Usar estufas a parafina se compara con estar en un túnel en medio de un taco

Como cada año, la cercanía del invierno y la llegada de las bajas temperaturas incrementa la venta de estufas, y en este marco, se vuelve un tema de preocupación el grado de contaminación que provocan estos aparatos y sus consecuencias sobre la salud de las personas.

Muestra de esto es un estudio comparativo que realizó el Ministerio del Medio Ambiente en tres casas de la comuna de La Florida, que concluyó que los niveles de material particulado ultrafino al interior de una casa con una estufa encendida pueden ser de hasta 20 veces los del exterior.

La seguridad y el riesgo atribuibles a las estufa están asociados a su buen o mal uso, dice el Dictuc.

A raíz de esto, la ministra María Ignacia Benítez destacó la relevancia de "tener precaución cuando uno este tipo de calefacción".

Entre las medidas que se deben adoptar se cuenta "encender (la estufa) afuera, ventilar (periódicamente) y tener cuidado de que no se den vuelta", dijo Benítez, que indicó que "tomar estas precauciones le permitirá a la gente estar más tranquila y segura".

Consultado por Cooperativa sobre este tema, el director del Centro de Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, Marcelo Mena, recordó que las estufas más contaminantes son las a parafina, señalando que incluso las más modernas, como las populares Toyotomi, tienen alta emisión de material ultrafino.

"Nosotros hemos corroborado que los niveles de partículas ultrafinas que se registran dentro de una casa con una Toyotomi se equiparan a estar en el tubo de escape de un auto diésel, es decir, es peor que el tubo de escape de un auto bencinero; es como estar metido en un taco dentro de un túnel", ejemplificó el experto.

"Las estufas de kerosene son capaces de empeorar en un nivel de calidad de aire dentro de la casa", añadió Mena: "Si una casa está con contaminación regular, (con la estufa) se aumenta en 40 microgramos, es decir, pasa de regular a alerta, o de alerta a preemergencia", explicó.

Por el buen usoFabián Hormazábal, subgerente de Energía Sustentable del Dictuc (Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Pontificia Universidad Católica) comentó que hasta el momento no hay en el mundo normas que señalen específicamente qué cantidad de material es peligroso para la población ni tampoco se han estudiado a fondo sus efectos en la salud, aunque es claro que estas emisiones pueden tener efectos nocivos en los pulmones, más allá del tipo de estufa que se tenga.

Hormazábal indicó que los riesgos, al mismo tiempo, dependen también de cómo se utilice el producto: "Uno podría, eventualmente, tener una estufa a gas mal utilizada, con una mala ventilación, y la concentración que se alcanzaría puede ser mayor que una a parafina".

"También una estufa a parafina mal utilizada, encendida dentro de la casa, por ejemplo, utilizada mucho rato y con mala ventilación, también puede causar que la concentración de contaminantes sea más alta. (En consecuencia), más que el artefacto en sí, depende del uso que se le dé y la ventilación que haya en la casa" la calidad del aire que se respirará.