Mantener la cadena de frío y comprar en lugares establecidos son algunas recomendaciones.
Los pescados y mariscos requieren de una buena cocción para evitar enfermedades.
Con las altas temperaturas del verano, los cuidados que se deben tener en el hogar con los alimentos son aún mayores, ya que las intoxicaciones y otras enfermedades asociadas cuentan con ciertas condiciones para su desarrollo.
Comprar los productos en lugares establecidos, conocer su procedencia, sobre todo para los de origen animal, cuidar la cadena de frío y nunca volver a congelar alimentos que ya han sido descongelados son algunas de las recomendaciones a seguir.
No obstante, ocurre que a pesar de estas atenciones, igual se puede contraer alguna de estas enfermedades, por lo que Claudia Casorzo, docente de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Los Andes, entregó algunos consejos para saber distinguir los síntomas que caracterizan una intoxicación y cómo reaccionar.
"Se identifican por un dolor abdominal de tipo cólico, nauseas, vómitos, pérdida del apetito, diarrea, debilidad general y en ocasiones, fiebre", afirmó la académica.
En caso de contar con estos síntomas, la persona puede hidratarse "con bebidas isotónicas, tipo Gatorade, y beber pequeñas cantidades en forma frecuente".
"Lo recomendable es media taza cada una hora. Se puede preparar una solución de rehidratación en casa con un litro de agua hervida por más de 10 minutos, media cucharadita de bicarbonato de sodio, media cucharadita de sal y cuatro cucharaditas de azúcar. También se puede dar a beber té con azúcar o caldo de cubito", añadió la experta.
Casorzo agregó que se debe hacer una dieta sin residuos, es decir, comer una dieta liviana sin fibra y no comer frutas ni verduras crudas, tampoco aliños.
¿Cuándo acudir a un servicio de urgencia?
Consultada respecto a cuándo acudir a un servicio de urgencia, la experta sostuvo que debe ser cuando hay signos de deshidratación.
"Cuando existen signos de deshidratación, es decir, sensación de debilidad, boca seca y lengua de color blanquecino y pegajoso. Los mareos también son un indicador. En caso de niños, cuando el llanto es sin lágrimas y cuando no hacen la cantidad de orina habitual. Falta de sudoración, piel seca y ojos hundidos", aseveró.
La docente explicó también que cuando los síntomas persisten por más de seis horas, es importante que un doctor revise al paciente.
"Cuando se trata de lactantes menores de un año, siempre se debe acudir a un especialista", advirtió.
Consejos a considerar
Finalmente aquí algunos consejos para considerar y evitar estos malos ratos:
