Tras la propuesta realizada por el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, de implementar un salario ético de 400 mil pesos, el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS), afirmó que dicha alza es "inviable" en lo inmediato, pero que el país debe abordar la "tremenda diferencia salarial" existente.
"Sin lugar a dudas que subir de 250 a 400 mil pesos en forma inmediata es completamente inviable, pero eso no significa que no se pueda discutir el tema y ver si los 250 mil (actuales) tienen o no tienen coherencia", sostuvo el parlamentario.
"El problema en Chile es que además tenemos una diferencia salarial tremenda", reflexionó el ex timonel socialista.
En la misma línea, el presidente de la UDI, Hernán Larraín, opinó que "el llamado del obispo Goic es un llamado a la conciencia más que a subir los sueldos hoy día, porque mientras la economía no se recupere probablemente va a ser difícil exigir algo así".
En tanto, el economista Joseph Ramos, presidente de la Comisión Asesora Presidencial para la Productividad, afirmó que "el obispo tiene toda la razón (en) que una familia de cuatro (personas) difícilmente puede vivir con los 250 mil pesos, que es el salario mínimo actual, o casi imposiblemente".
"Un ingreso en torno a 400 mil pesos me parece razonable, se puede, pero hay un costo en desempleo significativo", señaló el experto.
Por su parte, Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, en concordancia con lo manifestado por Nolberto Díaz, quien valoró la propuesta emplazando a la Iglesia a predicar con el ejemplo, indicó que "si hoy día uno lo mira con los datos que tenemos, la línea de la pobreza está cercana a los 360, 380 mil pesos, por lo cual pensar en un salario mínimo que supere esa línea es pensar en un salario superior a los 380, 400 mil pesos y más".
