El Noveno Juzgado Civil de Santiago condenó a la empresa Express Santiago Uno, concesionaria del Transantiago, a pagar una millonaria indemnización a los padres y a los tres hijos de una mujer que murió atropellada por un bus del sistema de transporte público capitalino.
Verónica Leonor Jara Jorquera, de 40 años, falleció el 11 de agosto de 2011, cuando "a las 09:50 horas aproximadamente, en circunstancias de que (...) atravesaba de norte a sur por un paso peatonal la avenida Manuel Antonio Matta, frente al N° 606, de la comuna de Quilicura, teniendo derecho preferente de paso, fue atropellada por el bus patente BJFF 89, que se encontraba detenido y fue proyectado hacia adelante por haber sido colisionado en su parte posterior por el bus patente CJRH 57-2, conducido por Juan Nelson Esparza Cabezas, producto de lo cual, sufrió un politraumatismo esquelético visceral, falleciendo en el lugar del accidente", consigna la sentencia.
La jueza Lidia Poza Matus dio por acreditada la responsabilidad del conductor, "hecho que fue probado en sede penal", donde Esparza fue declarado culpable de cuasidelito de homicidio por manejar "el recorrido N° 429 (...) no encontrándose atento a las condiciones de tránsito".
"Hija única y madre sola de tres hijos"
La magistrada destacó que la víctima era "una madre de 40 años, sola con sus tres hijos, (...) que debieron irse a vivir con sus abuelos, ya que el sustento económico y afectivo" desapareció "en trágicas circunstancias".
Así, "conforme parámetros de prudencia y necesidad", cifró en 30 millones de pesos la indemnización por daño moral para cada uno de ellos.
En el caso de los progenitores de la víctima declaró "que tratándose de su única hija, el dolor por la pérdida (...) revela el profundo dolor y desazón que han experimentado, de modo que también se le dará indemnización por daño moral, en la suma de $15.000.000 para cada uno".
La jueza hace presente, para desestimar la postura de Express Santiago Uno de negar reparación a los padres de Verónica Jara, que "la jurisprudencia ya ha aceptado que pueden reclamar indemnizaciones por daño moral todos aquéllos en quienes ha repercutido el hecho dañoso, acreditando la lesión de sentimientos o apegos".
