Desde el comité de defensa de la Villa San Luis llamaron a la ministra de Educación, Adriana Delpiano, a que actúe de manera "urgente", en su calidad de presidenta del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), para salvar lo que queda del emblemático proyecto habitacional construido en Las Condes por el Gobierno de Salvador Allende
El pasado sábado, un grupo de vecinos de Las Condes denunció la demolición ilegal de dos edificios del lote 18, el único que queda en pie. Tras eso lograron, por el momento, detener la acción de la inmobiliaria, a días de que este miércoles el CMN vote la inclusión de la villa como monumento histórico.
"Nosotros venimos hace meses advirtiendo al Consejo de Monumentos que esta demolición era inminente, hace meses que se está pidiendo esta protección patrimonial para la Villa San Luis", comentó Jaime Díaz, vocero del comité de defensa de la villa.
En ese sentido, hizo un llamado a la ministra Adriana Delpiano a "actuar de manera urgente y firmar el decreto que ratifica la decisión que va a tomar el miércoles el Consejo de Monumentos Nacionales", pues –asegura- "sin esa firma la votación es letra muerta".
El lote 18 consta de cuatro edificios, los que si bien están deshabitados y en malas condiciones, la idea del comité es que se convierta en monumento nacional y en un espacio de memoria.
Desde el municipio, el alcalde de la comuna, Joaquín Lavín, no ha querido referirse al tema ni al permiso de demolición entregado a la inmobiliaria.
Construida para terminar segregación en la comuna
La villa, levantada en 1972 por la Administración de Allende, estaba constituida por 27 edificios y más de mil departamentos, que fueron asignados a familias de clase obrera que vivían, principalmente, en tomas de la comuna, como Patria Nueva, Jochimín y El Esfuerzo, y que pagaron dividendos de manera regular.
El proyecto fue construido en el centro de Las Condes, en un intento por terminar con la segregación social. No obstante, durante la dictadura militar los propietarios fueron expulsados de sus departamentos, los que fueron entregados al Ejército.
Luego, con el regreso a la democracia, los terrenos fueron vendidos y una inmobiliaria demolió los edificios, excepto el lote 18.
El arquitecto Miguel Lawner, quien fue director de la Corporación de Mejoramiento Urbano del Gobierno de Allende, resaltó que el entonces Mandatario "transformó en realidad el propósito de evitar la discriminación urbana".
"Estos bloques sobrevivientes son el símbolo mas digno de lo que fue el propósito de restituir la integración social", destacó, manifestando que los pobladores de la villa "merecen ser respetados, habrán sido humildes, pero tienen todo el derecho a poder pisar la tierra por la que lucharon y que ganaron honestamente".
