La operación conjunta, comunicada por Donald Trump, responde al uso de armas químicas contra civiles por parte del "dictador" Bachar al Asad. "Son crímenes de un monstruo", afirmó, responsabilizando directamente por lo ocurrido al mandatario ruso, Vladimir Putin. Aclaró que Washington "bajo ninguna circunstancia buscará una presencia indefinida" en la zona. La primera ministra británica Theresa May dijo que no se puede "permitir que el uso de armas químicas se normalice".