La situación no ha hecho más que empeorar, según la ONU y diversas organizaciones de mujeres, que lo atribuyen a las dificultades sanitarias y económicas y, sobre todo, a las medidas de confinamiento.
Por eso, más de 30 organizaciones de 21 países han llamado a instaurar un estado de "emergencia", reafirmando que no se trata solo de estadísticas sino de vidas y de miles de familias afectadas.
"El enojo de las mujeres debe ser escuchado y respetado para ser visto como un elemento de cambio social", afirmó Amnistía Internacional.