Manifestación reunió a más de 15.000 personas en Estambul.
La policía turca mantuvo acordonada la plaza de Taksim, pero permitió el recorrido.
La bandera multicolor recorrió las calles de Estambul.
Gritos de resistencia y banderas arcoíris se unieron este domingo en Estambul en la undécima marcha del orgullo gay de Turquía y la mayor hasta la fecha, alimentada por la solidaridad entre todos los colectivos que se ven excluidos por políticas que consideran inspiradas cada vez más en el Islam.
Más de 15.000 personas desfilaron este domingo por la céntrica calle Istiklal con lemas como "Los homosexuales existen, acostúmbrense ya", pero sobre todo retomando las consignas que han marcado las últimas cuatro semanas de protestas anti gubernamentales en torno al parque Gezi: "Mano a mano, contra el fascismo" y "En todas partes Taksim, en todas partes resistencia".
No es casualidad, declaró a EFE una de las participantes, la cantante Esra: "Gays y lesbianas han estado desde el primer momento presentes en las manifestaciones en Taksim, en el campamento del parque Gezi, en primera línea en las barricadas. ¿Por qué? Porque estamos acostumbrados a resistir contra la opresión desde que nacemos".
Esta participación ha marcado un antes y un después para mucha gente que acudió a las protestas y por primera vez se planteó expresar su solidaridad con quienes ahora eran compañeros en la lucha, explicó la activista.
"Nosotras hemos cambiado la forma de las protestas. Al principio, los eslóganes contenían mucho lenguaje homófobico, los insultos al Gobierno eran sexistas. Hemos trabajado para cambiar estas expresiones y erradicar la homofobia dentro del movimiento", afirmó Esra.
Como en días anteriores, la policía turca mantuvo acordonada la plaza de Taksim pero permitió el recorrido por la calle Istiklal, donde banderas, pelucas multicolores, pechos falsos, escotes verdaderos y muchas risas y bailes mantuvieron un espíritu festivo.
Aunque la homosexualidad es legal en Turquía, y en Estambul no faltan bares y clubes "de ambiente", no hay una legislación antidiscriminación, y las autoridades actúan a menudo de forma arbitraria y acorde a la visión mayoritaria, que aún considera una "aberración" ser homosexual.
"Las leyes no nos protegen, pero es más importante cambiar el espíritu, acabar con la visión de que la heterosexualidad es la única forma admitida: por eso nos manifestamos hoy y nos hacemos visibles", declaró Esra.
