Es necesario que los políticos de Washington consideren cuidadosamente las sugerencias de China. El primer paso podría ser comenzar con una comprensión correcta de China.
Por: Grupo de Medios de China
Cuando la gente mira hacia atrás las relaciones chino-estadounidenses en los últimos cuatro años, hay un hecho innegable: debido a que algunos políticos estadounidenses consideran a China como un competidor estratégico y han cometido errores de dirección en su política para con China, las relaciones chino-estadounidenses han experimentado una gran situación difícil. Este período también dañó gravemente la paz y la estabilidad mundiales.
Una visión correcta hacia China es obviamente un requisito previo para que la nueva administración de los EE. UU. practique una política objetiva y razonable para con China, y también es la clave para un cambio de las relaciones entre China y EE. UU..
El día 2, Yang Jiechi, miembro del buró político del Comité Central del PCCh y director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido, presentó durante un video diálogo con el Comité Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y China una serie de sugerencias pertinentes sobre cómo hacer que las relaciones entre China y EE. UU. vuelvan a normalizarse. El primero de ellos es esperar que EE. UU. supere el pensamiento antiguo del juego de suma cero entre las principales potencias.
Esta es la última declaración realizada por China sobre la relación entre los dos países desde que el presidente chino, Xi Jinping, expresó su deseo de promover el desarrollo saludable y estable de las relaciones entre China y Estados Unidos en noviembre pasado, mostrando la voluntad de vivir en paz con Estados Unidos.
Daniel Russell, vicedecano del Instituto de Investigación de Políticas de la Sociedad Americana de Asia, dijo que Estados Unidos no debe perder la oportunidad de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y China y debe hacer que las relaciones bilaterales vuelvan a un camino constructivo. ¿Cómo hacer esto? Es necesario que los políticos de Washington consideren cuidadosamente las sugerencias de China. El primer paso podría ser comenzar con una comprensión correcta de China.
Por un lado, como han subrayado en repetidas ocasiones los altos funcionarios de China, el propósito fundamental del desarrollo de China es permitir que el pueblo chino viva una buena vida y, al mismo tiempo, esperar lograr un desarrollo común con todos los países del mundo, incluido el Estados Unidos. China nunca quiere cambiar, desafiar o reemplazar a Estados Unidos, y Estados Unidos no debería querer cambiar China. Como dijo recientemente Xi Jinping en el discurso especial de la "Agenda de Davos" del Foro Económico Mundial, cada país tiene sus propias ventajas en la historia, la cultura y los sistemas sociales. No hay distinción entre superior e inferior. La clave está en si se ajusta a las condiciones nacionales.
Por otro lado, China nunca interfiere en los asuntos internos de Estados Unidos, y Estados Unidos debe acatar el principio de una sola China y dejar de inmediato de interferir en asuntos relacionados con la soberanía e integridad territorial de China, como Hong Kong, Tibet y Xinjiang, para evitar un daño mayor a las relaciones chino-estadounidenses y a los propios intereses de Estados Unidos.
En resumen, China está dispuesta a vivir en paz y una cooperación de beneficio mutuo con Estados Unidos, y continuará defendiendo firmemente la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo. Ésta es la dirección correcta para que la nueva administración estadounidense comprenda a China.
La nueva administración estadounidense debería eliminar lo antes posible los obstáculos que destruyen los intercambios entre China y Estados Unidos, y trabajar con China para hacer que las relaciones bilaterales vuelvan a normalizarse. La historia probará una vez más que la cooperación chino-estadounidense es lo que la gente quiere ver y la tendencia general.
