Maquis convocó a ocho mujeres dedicadas a este oficio a diseñar inspirándose en la colección de joyas que están representadas en las etiquetas de sus vinos.
La ganadora fue Valeria Martínez, que realizó una obra inspirada en la flor del canelo y que se tituló "Renacer".
La premiación se realizó en un encuentro en los viñedos de Palmilla, Valle de Colchagua.
En un encuentro en sus viñedos de Palmilla, Valle de Colchagua, la Viña Maquis premió a las ganadoras del concurso "Las joyas de Maquis, colección que inspira".
Maquis, junto a Arte Originario, convocó a ocho orfebres contemporáneas a inspirarse en la colección de joyas que están representadas en las etiquetas de sus vinos.
Las artistas invitadas fueron Mónica Pérez, Chantal Bernsau, Vania Ruiz, Ilonka Palocz, Gabriela Harsanyi, Liliana Ojeda, Valeria Martínez y Clarisa Menteguiaga.
La ganadora fue Valeria Martínez con una obra inspirada en la flor del canelo, basada en la joya Quitra Rayen, pipa de plata del pueblo mapuche y que se tituló "Renacer". Fue fabricada con la técnica de la filigrana y los materiales usados fueron el cobre y el shibuichi -aleación japonesa de plata, cobre y oro-.
El segundo lugar fue compartido por Liliana Ojeda y Clarisa Menteguiaga. En el caso de la primera, la obra llamada "Custodia" es un punzón acucha creado en cerámica y cobre que está inspirado en las joyas Quitra Mur Culluca y Quitra Raten.
"En esta pieza las aves están cacareando sobre un huevo, sonido que se asocia a la generación inagotable de vida", explicó la creadora.
En el caso de la Clarisa Menteguiaga, quien realizó un manto alado al que tituló "Egagrólipa" y que corresponde a grandes alas hechas en cobre y textil que representan la protección, pero que -según dice la artista- también pueden inmovilizar y volverse nuestra propia cárcel.
La exposición estará abierta al público durante todo octubre en la viña y su entrada es gratuita.
Según explicó el director ejecutivo de Maquis, Ricardo Rivadeneira, "nuestra viña está establecida en un lugar único, asociado a la producción de vinos desde el siglo XVIII, que destaca por tener características de Terroir muy especiales debido a su ubicación entre dos ríos".
"Desde nuestros inicios hemos querido no solo producir vinos auténticos y de calidad, sino también vincular nuestra viña a proyectos relativos al arte, la cultura y la sustentabilidad. Las joyas de Maquis, colección que inspira es un ejemplo de lo anterior y busca homenajear a la orfebrería chilena contemporánea. Esperamos que sea una experiencia que todos recordemos", agregó.
Viña Maquis es una de las bodegas más antiguas de la zona. Su estratégica ubicación entre el río Tinguiririca y el estero Chimbarongo la hacen el secreto mejor guardado del Valle de Colchagua, con vinos de gran intensidad aromática, frescura, vibrantes en paladar y con menos graduación alcohólica.
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