Cómo tratar los trastornos del sueño
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Autor: Cooperativa.cl
Las alteraciones más frecuentes deben manejarse con especialistas.
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Las alteraciones más frecuentes deben manejarse con especialistas.
Dormir bien es esencial para reforzar las defensas del sistema inmune, que es la protección natural con la que cuenta el cuerpo humano ante enfermedades. Así que el descanso, más allá de contribuir a que estemos más centrados y relajados, ya que reduce los niveles de estrés, también nos vuelve más sanos.
A esta conclusión llegaron en el Instituto Europeo del Sueño, en donde se hacen diagnósticos y tratamientos de vanguardia ante las alteraciones del sueño. Este organismo es líder europeo en investigación clínica y sus estudios han logrado que muchos pacientes superen trastornos del sueño como el insomnio.
En sus diferentes análisis han podido comprobar que las personas que duermen menos de siete horas son más propensas a resfriarse por ejemplo, que aquellas que logran dormir al menos ocho horas. El estrés que se deriva en nuestro organismo por haber dormido menos de lo recomendado, también debilita nuestro sistema inmune.
Este Instituto es un organismo de carácter científico-técnico que estudia y desarrolla métodos y tecnologías para mejorar la calidad del sueño de las personas y lograr que duerman las horas necesarias. Se realiza una labor médica pero también de investigación acerca de los trastornos del sueño que pueden tener orígen neurológico, respiratorio o psicológico; y con las conclusiones de estos estudios ayudan a miles de pacientes cada año.
Hay más personas de las que imaginamos que tienen problemas para conciliar el sueño y el número aumenta por factores como el estrés, los malos hábitos, el influjo de las pantallas, una alimentación inadecuada o unos horarios desordenados, que están en el orígen de esas alteraciones del sueño comunes. Pero también hay que tener en cuenta que hay diagnósticos que tienen su orígen en problemáticas más graves y que conviene tratar.
Todos hemos experimentado que cuando dormimos menos de la cuenta además de estar cansados notamos una reducción de nuestro rendimiento, estamos irritables y, cuando esta situación se alarga, aumentan los niveles de ansiedad e incluso aparecen síntomas de depresión.
En el Instituto Europeo del Sueño trabajan con todo tipo de casos, algunos de los cuales se encauzan tomando hábitos más saludables y mejorando, por ejemplo, la alimentación con la ingesta de alimentos ricos en triptófano que contribuyen a la síntesis de melatonina, que es lo que ayuda a regular nuestro ciclo del sueño. Las almendras y los pistachos juegan un papel destacado en esto porque aumentan la producción de esa hormona reguladora del sueño.
El insomnio es el más conocido pero la apnea del sueño, el ronquido, el síndrome de las piernas inquietas o la narcolepsia son patologías que se deben tratar igualmente con un especialista en sueño. El insomnio es, por lo general, producto del estrés y de malos hábitos horarios.
La apnea del sueño se reconoce porque provoca pausas en la respiración mientras se duerme. Para diagnosticarla es necesario observar a las personas mientras duermen y registrar mediciones de su actividad durante el sueño.
El síndrome de las piernas inquietas es bastante menos conocido. Esta enfermedad por lo general es hereditaria y las personas tienen sensaciones desagradables en las piernas que les hacen necesitar moverlas, interrumpiendo así el sueño. La narcolepsia por su parte produce ataques de sueño durante el día y es necesario tratarla médicamente.
En definitiva, para dormir mejor hay que regular los horarios del sueño, mejorar la alimentación sobre todo antes de dormir y eliminar ruidos y distracciones luminosas. Si aún así algo falla, es necesario consultar con especialistas.
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