El objetivo es "reafirmar su compromiso con el mundo del cine", dijo el director del certamen.
"La vida siempre acaba abriéndose camino en la adversidad", dijo la actriz y presentadora Cayetana Guillén Cuervo en la ceremonia de inauguración de la 68ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, celebrada este viernes en el Centro Kursaal, a orillas del mar Cantábrico.
El llamado a la esperanza y a regresar a las salas de cine fue una constante en la jornada inicial del encuentro, que este año adopta grandes cambios para resguardar la salud del público, invitados y personal involucrado. Al ser apenas el segundo evento de este tipo, tras el Festival de Venecia, en desarrollarse de forma presencial desde el inicio de la pandemia del Covid-19, el SSIFF enfrenta el desafío de adaptarse a los tiempos que corren pero sin dejar de celebrarse para "reafirmar su compromiso con el mundo del cine", como asegura su director, José Luis Rebordinos.
En distintos recintos de la ciudad las actividades ya habían comenzado durante la mañana del viernes, con las primeras proyecciones abiertas a la prensa y el público. El común denominador en todas las salas fue la reducción del aforo para dejar una butaca vacía entre un espectador y otro, la desinfección de manos antes del ingreso y el uso obligatorio de mascarilla en todo momento.
Aun cuando no pudo asistir en persona, el gran protagonista de la jornada fue Woody Allen.
"Rifkin's festival", su nueva película, fue la elegida para dar el puntapié inicial al evento, marcando un nuevo hito en la larga relación que ha existido entre el director estadounidense y el SSIFF. Esta nueva comedia romántica se desarrolla precisamente en San Sebastián, durante una edición no precisada del festival, a la que asiste un matrimonio en crisis.
A través de transmisiones vía streaming, Allen acortó las distancias y participó en una rueda de prensa y en la ceremonia inaugural. En ambas instancias, el cineasta reiteró su tristeza por no poder estar presente y su admiración por la ciudad vasca: "Nos habría encantado estar allá al menos un par de noches otra vez pero esta horrible pandemia lo ha estropeado todo".
Una alfombra roja atípica
Los organizadores del festival no han querido prescindir de la alfombra roja en su ceremonia inaugural, aunque en esta oportunidad se realizó sin público.
Ante los lentes de los fotógrafos acreditados desfilaron, entre otros, las actrices Gina Gershon y Elena Anaya, coprotagonistas de "Rifkin's festival"; el director italiano Luca Guadagnino, presidente del jurado oficial; el realizador mexicano Michel Franco y el actor británico Joe Alwyn.
Tanto a la alfombra roja como al escenario todos los invitados llegaron con mascarillas, las que retiraron sólo por breves lapsos para posar ante las cámaras o para hacer sus intervenciones. Una postal que pone énfasis en la importancia de normalizar su uso.
La presencia de otros grandes invitados internacionales, como Johnny Depp, Matt Dillon y Viggo Mortensen -quien recibirá el Premio Donostia por su trayectoria-, está confirmada para los próximos días.
La llegada del talento chileno
Este sábado se exhibirá la primera de las cuatro producciones chilenas seleccionadas para concurso en el festival.
"Visión nocturna", de la directora Carolina Moscoso, abrirá la representación nacional en San Sebastián, con una primera proyección que incluirá un coloquio y en la que estará presente parte del equipo del documental, incluyendo a su realizadora.
El estreno mundial de "La Verónica", de Leonardo Medel, protagonizada por Mariana di Girolamo; la aclamada "El agente topo", de Maite Alberdi, y "Correspondencia", un trabajo que une a la directora chilena Dominga Sotomayor con la española Carla Simón, también serán parte de la programación, compitiendo en distintas secciones.
Asimismo, tres proyectos nacionales estarán en el Espacio Industria, se proyectará la serie "Inés del alma mía", coproducida por RTVE, y participará una delegación de 13 casas productoras que buscan socios para proyectos en desarrollo.
