[REVIEW] "Medicine at Midnight" de Foo Fighters: aún queda algo para decir

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| Periodista Digital: Javier Núñez Reyes

El décimo álbum del grupo es un trabajo fresco, alegre y variado, que mantiene al grupo con las ganas de crear material.

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En los primeros 10 minutos de "Medicine at Midnight", Foo Fighters ya ha mostrado el sello de lo que es el disco: un trabajo optimista, fresco y a ratos un recuerdo de lo que fue la banda en los '90, en sus inicios.

25 años después de haberse formado como un proyecto de Dave Grohl, el hoy conjunto de seis músicos se presenta sólido, con una construcción a prueba de sismos de la crítica y un décimo álbum que puede ir de las raíces del rock a la mejor balada setentera.

En poco más de 35 minutos, la banda navega por el gospel (por cierto, gospel artificial con un coro que en realidad es la voz de de la hija de Grohl replicada en la inicial "Making a Fire"), el funk (la sorprendente "Medicine at Midnight") y el rock duro ("No Son of Mine", otro guiño a Motörhead).

Foo Fighters, cohesionado, con una química envidiable y con un hambre inagotable, no quiso seguir con el rock estridente que liberó en "Wasting Light" y que dejó algunos chispazos en los dos álbumes siguientes: ahora es momento de apostar por otras áreas. Una prueba es "Waiting on a War", un tema fuera de la habitual discografía de FF y que sorprende metido dentro de estas nueve canciones.

Asimismo, el grupo sabe (o al menos eso se espera) que no tendrán el impacto de la era "Colour and the Shape" o "There is Nothing..." pero se esmeran en entregar imaginación y novedad. Bueno, si alguien siente nostalgia por esos riff noventeros, el tema "Holding Poison" trasladará la mente hacia esa época.

Grohl, líder de Foo Fighters, es de las figuras que admite que el estancamiento mata la carrera de un músico o una banda. También dijo que este álbum estaba influenciado por David Bowie y su "Let's Dance". Acción y alegría. Al cabo de los 36 minutos, el músico no pudo anticiparlo mejor

"Love Dies Young", comenzando imparable y terminando en seco, es la última canción de "Medicine at Midnight", un disco directo, preciso y que viene a demostrar que es posible seguir entrando al estudio con algo para decir. Cuando no haya nada para entregar, Grohl sabrá que es momento del adiós, pero afortunadamente aún queda historia.

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