Ingresó viva al centro penitenciario -en una visita familiar- y fue asesinada en el interior.
Un interno que trabajaba en los contenedores de desechos halló el cadáver cubierto de cal.
En diciembre, en dos episodios distintos, hubo un asesinato y una riña entre internos en el mismo penal
El cuerpo de una guagua de tres meses apareció en la basura del penal mexicano de San Miguel, en la ciudad de Puebla, ubicado en el centro del país, según reveló este viernes la asociación civil Reinserta.
Lo que "se encontró en los botes de basura fue un bebé de tres meses que fue asesinado al interior del penal cuando ingresó en una visita familiar", informó la agrupación que trabaja en la reinserción.
Aunque el Gobierno de Puebla y la Fiscalía General del Estado (FGE) aún no se han pronunciado de forma oficial, los medios citaron fuentes policiales que afirman que la Unidad Especializada en la Investigación de Homicidios indaga los hechos con hermetismo.
Hasta ahora se conoce que un interno que trabajaba en los contenedores de material de plástico reciclable, conocido como PET, encontró el cuerpo del bebé a comienzos de esta semana. Estaba cubierto con cal y dentro de una bolsa.
Una de las versiones que investigan las autoridades es que el 5 de enero murió el bebé, según documentos que se hallaron en la bolsa.
Por ello, Reinserta "condenó enérgicamente" a las autoridades penitenciarias de Puebla, incluyendo al gobernador Miguel Barbosa, "por este terrible asesinato y por su incapacidad absoluta de mantener el control de un penal".
Esto ya que "pasó por desapercibido el asesinato de este bebé y que un interno del mismo penal fuera quien notificara sobre este hecho al encontrarlo en los contenedores de basura", dijo el comunicado.
CRISIS CARCELARIA
El hecho refleja la crisis de derechos humanos que viven los penales de México, según la organización civil.
Tan solo en diciembre, en dos episodios distintos, hubo un asesinato y una riña entre internos en el mismo penal de San Miguel de Puebla, según la organización.
"Reprobamos la falta de implementación de los protocolos de ingreso y la falta de espacios seguros para que las niñas y niños que están directa o indirectamente en contacto con las cárceles puedan convivir con sus familiares de forma segura", zanjó Reinserta.
En 2021, los homicidios de menores de edad en México crecieron 2,7 por ciento hasta los 2.240, lo que significa seis niños o adolescentes asesinados al día, según datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
