Un grupo armado con armas cortantes atacó a civiles en una estación de trenes.
El hecho ocurrió en Xinjiang, zona que es escenario de frecuentes conflictos de índole separatista.
El presidente Xi Jinping exigió castigo para los culpables.
Un "ataque terrorista" dejó un saldo de 34 personas muertas y 140 heridas en una estación de tren del sur de China, casi en la víspera de que comience una reunión política clave en Pekín.
Entre los fallecidos hay 29 civiles víctimas del ataque y cinco supuestos terroristas que murieron por los disparos de la Policía de Kunming, indicó este domingo el diario shanghainés Jiefang Daily.
Algunos usuarios de Weibo, el llamado "Twitter chino", aseguran que cerca de una docena de personas vestidas de negro y enmascaradas entraron en la estación "enloquecidas" y comenzaron a apuñalar de forma indiscriminada a los ciudadanos con cuchillos y dagas.
La cadena de televisión CCTV aseguró que uno de los asaltantes muertos por la Policía era una mujer, que falleció poco después, mientras otra fue detenida por las fuerzas de seguridad y permanece en una comisaría de Kunming.
El "ataque terrorista" según la definición de las autoridades, se relacionó a las fuerzas separatistas de Xinjiang, y se produjo casi en la víspera de que el lunes comience la sesión anual de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo (el principal órgano consejero político chino), y apenas tres días antes de que arranque la reunión de la Asamblea Nacional Popular.
Sin hacer mención específica a ningún grupo uigur, el presidente chino, Xi Jinping, urgió hoy a que se "resuelva el "caso del ataque terrorista en Kunming y se castigue a los terroristas de acuerdo a las normativas".
Xinjiang es, junto al Tíbet, uno de los mayores polvorines del país, con frecuentes enfrentamientos entre los uigures y los han, como el que dejó alrededor de 200 muertos en su capital provincial, Urumqi, en el verano de 2009.
