El líder de RN señaló que aunque el ex dictador ostentó la Presidencia de la República, rendirle honores "habría sido una tremenda provocación" a las víctimas del régimen.
Sebastián Piñera, el ex candidato presidencial de Renovación Nacional (RN), marcó una vez más su distancia con la figura del ex dictador Augusto Pinochet Ugarte y consideró acertada la decisión del Gobierno de negar un funeral de Estado para el militar, fallecido el pasado domingo 10 de diciembre.
"Por supuesto que fue Presidente de la República, pero el hecho de serlo no significa que deba tener un funeral d Estado, porque ni la Constitución ni las leyes así lo establecen", sentenció en entrevista con el vespertino La Segunda.
Además, Piñera, quien durante la pasada campaña electoral no dudo en calificar al ex comandante en jefe del Ejército como el peor gobernante de la historia de Chile, apuntó que "Si bien es cierto que Pinochet tenía total derecho a un entierro tranquilo, en paz y digno (…) también es cierto que para muchos chilenos un funeral de Estado habría sido una tremenda provocación y habría reabierto heridas".
"Por otra parte hay que considerar que Pinochet había sido desaforado y procesado por graves atropellos a los derechos humanos y faltas a la probidad y que eso lo había hecho perder su calidad de ciudadano", afirmó el empresario, quien en la segunda vuelta electoral fue apoyado por la Unión Demócrata Independiente (UDI), que en pleno revivió su lazo con el ex dictador en su funeral.
A diferencia del presidente de su partido, el concejal por Las Condes Carlos Larraín, que sí asistió a las exequias de Pinochet, Sebastián Piñera afirmó que "nunca pensó en ir".
"A los funerales van los amigos, los cercanos, los colaboradores, los partidarios. Yo no cabía en ninguna de esas categorías", aseveró.
Consultado por su asistencia, en 2005, al sepelio de la líder comunista Gladys Marín, Piñera dejó de manifiesto la diferencia que para él hay entre ambas figuras.
"Con la Gladys Marín era amigo, la fui a visitar varias veces cuando estuvo enferma, tenía con ella un cierto diálogo y lo hice por una cosa humanitaria, personal, no por una consideración política", detalló.
Además, consideró que la tarea de la Alianza "no es defender al gobierno militar".
"La principal tarea de la Alianza es ser constructora del futuro y el gobierno militar es parte de la historia", concluyó el socio más díscolo para el pinochetismo al interior de la Alianza. (Cooperativa.cl)
