La ministra de Educación, Marcela Cubillos, aseguró que la Universidad de Chile "tiene el deber y la responsabilidad" de asegurar el derecho a la educación a Polette Vega, la estudiante de Trabajo Social que acusó ataques de encapuchados y compañeros "por ser de derecha" en los últimos meses en el campus Juan Gómez Millas.
"Tomé contacto con ella recién cuando fue por primera vez agredida. Ella tiene derecho y la universidad tiene el deber y la responsabilidad de poder asegurarle ejercer su derecho a la educación", declaró la secretaria de Estado durante una actividad en Talca.
La Superintendencia de Educación instruyó proceso administrativo en la Universidad de Chile por el caso de la estudiante, respecto a lo cual Cubillos dijo que están "muy conformes con el rol que ha tomado la Superintendencia de Educación Superior ayer, estableciendo este sistema de mediación para que efectivamente se tomen medidas concretas que le permitan a ella continuar sus estudios".
En concreto, el superintendente Jorge Avilés convocó a la joven junto a representantes del plantel universitario para resolver este nuevo caso de agresión.
"No puede ser que sea la alumna, que es víctima de agresión, la que tenga que ser separada de una casa de estudios. Es todo lo contrario, es a ella a quien se le tiene que garantizar las condiciones para que pueda ejercer su derecho a la educación", aseveró.
Desde la Universidad de Chile explicaron que tras ocurrido la agresión al regresar a clases en septiembre, se instruyó separar de la sala de clases a la persona sindicada como agresora y que se abrió un sumario.
Facso rechazó agresiones
En tanto, a través de un comunicado, el decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile (Facso), Roberto Aceituno, rechazó "las agresiones contra una estudiante ocurridas en el marco de las actividades docentes del pasado 24 de septiembre".
"Este hecho –sin duda excepcional en nuestra convivencia universitaria– se contradice con los principios de pluralismo, respeto y diversidad de ideas que caracterizan a esta institución pública", sostuvo Aceituno.
El decano señaló que "tanto la Facultad de Ciencias Sociales como las Unidades Académicas correspondientes han activado todos los mecanismos necesarios para abordar académica, jurídica y psicológicamente la situación vivida por la estudiante".
Además reportó que se está realizando una investigación sumaria a la par que "se aplican dispositivos de apoyo y acompañamiento a la estudiante afectada".
"Todas estas acciones tienen como fin asegurar y proteger el derecho que ella, al igual que todos y todas las estudiantes de nuestro plantel, tienen de desarrollarse formativamente", remató Aceituno.
Compañeros de alumna agredida: La instamos a reincorporarse
En tanto, los estudiantes de cuarto año de Trabajo Social de la Universidad de Chile, compañeros de generación de la joven Polette Vega, quien denunció agresiones por "ser de derecha", la instaron a volver a clases y rechazaron a los hechos de violencia aislados ocurridos en el último tiempo en el campus Juan Gómez Millas.
Mediante una declaración pública firmada por 47 estudiantes de la generación 2016, los alumnos aclararon que luego de la primera agresión ocurrida el 10 de julio de este año, Vega no ha compartido cátedra con ellos.
"Si bien compartimos posiciones políticas diversas, durante estos 4 años de carrera, jamás se le ha excluido de los espacios universitarios compartidos diariamente, ni se le ha discriminado en el aula, lo que le ha permitido estar cursando actualmente 4to año", indica el texto.
"Como generación instamos a nuestra compañera a reincorporarse a las actividades académicas normales, tal como lo había estado haciendo hasta antes del 10 de Julio de este año, y en donde esperamos continuar y mejorar la convivencia en un ambiente de diálogo y respeto como el que hemos tenido durante nuestros años de estudio", añade el texto.
Además, cuestionaron "el inadecuado e irresponsable manejo mediático que han llevado a cabo los medios de comunicación respecto al tema, atacando a la comunidad de nuestra carrera y haciendo usos poco éticos de la información para deslegitimar el proyecto social y educativo que ha significado la reapertura del Trabajo Social en la Universidad de Chile".
Acusaron que lo anterior ha permitido que "ciertos sectores políticos puedan utilizar estos hechos aislados como justificación para impulsar programas políticos que significan un retroceso en la construcción de democracia".
