El error de la Iglesia chilena que filtró la última encíclica del papa Francisco

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Autor: Cooperativa.cl

El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (Cech), Santiago Silva, compartió el documento -enviado por correo- con sus cercanos.

El archivo recibido el viernes y que contaba con "secreto pontificio" fue conocido previo a la publicación oficial de este domingo.

El error de la Iglesia chilena que filtró la última encíclica del papa Francisco
 EFE (Referencial)

La tercera encíclica del sumo pontífice se publicó este domingo posterior al tradicional rezo del Ángelus.

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Un error del presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (Cech), Santiago Silva, logró la filtración de la última encíclica del papa Francisco, "Fratelli Tutti" (Hermanos todos), previo a su publicación oficial, la cual se realizó este domingo.

La tercera encíclica del sumo pontífice se publicó este domingo posterior al tradicional rezo del Ángelus, o así estaba planificado desde el Vaticano, situación que sufrió cambios tras un traspié proveniente desde la iglesia chilena. 

De acuerdo a La Tercera PM, Silva escribió una carta que apunta a una "cadena de errores míos por los que pido disculpas, pero tengan la seguridad que en ningún momento obré con mala intención".

Pero, ¿qué pasó? 

Todo comenzó el viernes, cuando a Silva le llegó un correo con el documento de parte del papa Francisco, que -en realidad- eran dos: el primero, con una advertencia de "embargo y secreto pontificio" hasta el mediodía del domingo (hora romana) y, el segundo, con el "Fratelli Tutti" completo. Silva no vió el primero. 

En el correo venía un mensaje del papa Francisco: "Comparto contigo la encíclica Fratelli Tutti, cuyo título es el mensaje de Jesús animándonos a reconocernos todos como hermanos y hermanas y así vivir en la casa común que el Padre nos ha confiado. Te agradezco por haberme dado tu dirección de e-mail personal. Este canal de comunicación directa fortalece nuestra comunión".

Tras recibir el correo, el obispo lo habría divulgado a muchos de sus contactos y, dicho documento, contaba con su nombre, por lo que se conoció desde un inicio dónde partió la filtración. Posterior al hecho, se dio cuenta de su error, pero ya era tarde, las páginas ya habían sido difundidas por todo el mundo. 

Cabe destacar que antes las encíclicas llegaban un día antes de la publicación a la Nunciatura Apostólica para que los obispos lo leyeran con calma, pero esta vez se decidió innovar, y el documento fue enviado a los correos electrónicos particulares, también un día antes. 

Además, el pontífice eligió el 4 de octubre no por casualidad, sino que un día antes firmó el texto sobre la tumba de San Francisco, en la ciudad de Asís, en la conmemoración de su muerte, el 3 de octubre de 1226. 

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