Además, un 81 por ciento de los chilenos cree que las instituciones en nuestro país están en crisis.
"Es triste que unos hijos desconfíen de su madre", dijo Celestino Aós, administrador apostólico de Santiago.
El 2018 obtuvo una nota de 2,3 y este año descendió a un 1,9.
La encuesta de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo reveló que un 81 por ciento de los chilenos cree que las instituciones en nuestro país están en crisis.
Algunas de las instituciones peor calificadas se encuentran los partidos políticos y senadores con un 2,1; y los diputados con 2,2; seguido por los ministros con un 2,5; y el Gobierno con un 3,0; en notas de uno a siete.
De esta misma manera, Carabineros fue calificado con un 3,8 y las Fuerzas Armadas con un 3,0.
Otra institución que continúa bajando su calificación es la Iglesia Católica, que pasó de tener un 2,3 el 2018 a un 1,9.
"Es triste que unos hijos desconfíen de su madre, la Iglesia es mi madre y si yo pierdo la confianza... porque un hijo puede llegar a descubrir que su propia mamá se equivocó, que cayó", indicó el administrador apostólico del Arzobispado de Santiago, Celestino Aós.
"A veces tenemos que alegrarnos y otras veces tenemos que llorar porque ha habido una mujer o un hombre que no cumplió el evangelio, pero siempre es nuestra madre y pobre de nosotros cuando se nos pierde esa confianza, porque ahí si que estamos perdidos", agregó el sacerdote.
Dentro de los mejores evaluados se encuentran los Bomberos, con un 6,4; los profesores de colegio, con un 5,1; y los médicos, con un 4,9.
Red de sobrevivientes: Hay un tipo de pastor que ya no sirve en la Iglesia
Helmut Kramer, de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, afirmó que las medidas que toma la Iglesia en casos de denuncias no deben ser sólo de protocolos.
"Esto no es solamente una cosa de protocolizar y decir que cosas vamos hacer, que cosas no vamos hacer en su relación con menores de edad. Es una forma de entender la Iglesia, esa forma de entender de los pastores que guían a rebaños de ovejas es una forma de Iglesia Católica que ya no sirve", explicó.
"Nos ven como casos aislados y el otro gran error que cometen es que lo ven como pecados, no como delitos, entonces eso cambia al tiro la dimensión del problema, porque al pecador yo lo confieso y lo absuelvo, al delincuente lo entrego a la justicia", dijo.
Por su parte, Allan Pineda, denunciante del sacerdote jesuita Jaime Guzmán Astaburuaga, adelantó que presentará una denuncia en los próximos días.
"Una de las cosas que buscamos como grupo de denunciantes jesuitas es, a parte de encontrar a los culpables de cada uno de los delitos cometido y que la Compañía de Jesús nos reconozca, también el redescubrimiento que existe alrededor de todos ellos. Hay mucha admiración, mucho ocultismo", señaló.
