Teodoro Fernández aseguró que la gran afluencia de visitantes "genera externalidades".
En Cooperativa, manifestó que "la gente no se porta mal" ante la denuncia del Minvu.
El arquitecto a cargo del diseño de la remodelación del parque Quinta Normal, Teodoro Fernández, minimizó los daños en las nuevas obras que fueron denunciados por el Ministerio de Vivienda el lunes.
En Lo que Queda del Día, el profesional aseguró que la principal causa de los problemas es la gran afluencia de visitantes al tradicional recinto de avenida Matucana.
"Los problemas se producen porque cuando 20 mil personas usan un lugar se producen ciertas externalidades. Se produce lo mismo en un concierto en el Estadio Nacional, en una feria en el parque Bicentenario", afirmó el arquitecto.
Fernández añadió que "he estado yendo los fines de semana al Parque Quinta Normal y lo que uno ve es que hay mucha gente, tal vez más gente de la que uno esperaba y familias desde los abuelos a las guaguas".
"La gente no se porta mal, al revés, es un espacio socialmente donde uno se siente agradable y seguro", añadió.
"Es lo mismo que ocurre en las playas"
El arquitecto, además, recalcó que una situación similar se puede producir en cualquier lugar con alta afluencia de público.
"Es lo mismo que ocurre en las playas, donde después de un fin de semana quedan llenas de basura. Tal vez tenemos que ir aprendiendo a comportarnos que los lugares públicos son un poco de todos y tenemos que cuidarlos", añadió.
"Los chilenos mismos vamos cada vez pidiendo y levantando los estándares de nuestro comportamiento público y lo que yo vi es una gran cantidad de gente y si en un día completo no vas retirando la basura es como tener una fiesta en la casa y nunca cambiar los ceniceros", enfatizó.
Además manifestó que las palabras del ministro (s) de Vivienda, Juan Carlos Jobet, no fueron en tono de denuncia, sino constatando los daños en el recinto, donde la autoridad acusó que "hemos tenido algunos actos de vandalismo".
Sobre las palabras de Jobet, Fernández opinó que la autoridad "aludía que se había previsto que la fuente iba a tener que hacerse mantención cada mes, y que a dos semanas ya había que hacer una mantención, pero si tomamos en cuenta que en tres fines de semanas que ha estado abierto han pasado 60 mil personas, en realidad una cosas usada así requiere una mantención más seguida".
