La mesa de la corporación adoptó la medida tras conocerse un caso de acoso sexual que involucra a dos funcionarios, que no son parlamentarios.
"Los hechos están vinculados al consumo excesivo de estas bebidas", señaló la vicepresidenta Loreto Carvajal (PPD).
Los festejos oficiales en el Congreso tendrán menos color este año.
La Cámara de Diputados decidió eliminar toda gota de alcohol de sus celebraciones oficiales de Fiestas Patrias para este año.
La decisión fue adoptada por la mesa de la corporación ante una propuesta de la primera vicepresidenta, Loreto Carvajal (PPD). Según confirmó la legisladora, ésta surgió a raíz de dos denuncias de acoso sexual realizadas por funcionarias, que apuntan contra colegas, no parlamentarios.
Según se conoció esta misma tarde, los hechos ocurrieron, supuestamente, en una fiesta en el Sporting Club de Viña del Mar, y los funcionarios acusados fueron separados de sus labores cotidianas mientras se realiza la investigación.
"La mesa está dando una señal, ya que no podemos permitir que ocurran este tipo de hechos vinculados al excesivo consumo de alcohol", dijo Carvajal al dar a conocer el acuerdo.
"Desde la Cámara debemos dar el ejemplo en esta materia, sobre todo sancionar a los responsables, pero también eliminar el alcohol de las celebraciones, cualquiera sea tu tenor, ya que estos hechos están vinculados al consumo excesivo de estas bebidas", insistió Carvajal.
Tendencia
La militante PPD explicó que, en concreto, la celebración de la corporación, el próximo jueves 12 de septiembre, será cero alcohol, y agregó que "la eliminación del alcohol va en la línea con otras propuestas presentadas por parlamentarios, quienes buscan prohibir las bebidas alcohólicas en las celebraciones de servicios públicos".
El consumo de bebidas espirituosas en el Parlamento es un tema que retorna cada cierto tiempo, siempre propicio para la sorna y las burlas: en junio se conoció que en los últimos cuatro años el Senado había comprado más de 7.000 botellas de alcohol.
La sola revelación de la noticia llevó al presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana, a eliminar el vino de los almuerzos, medida que la Cámara Baja había aplicado en 2016, durante la presidencia de Osvaldo Andrade (PS).
