La alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, respondió sorprendida luego de que hace unas semanas la timonel UDI, Jacqueline van Rysselberghe, sugiriera su nombre para una probable candidatura presidencial para 2021, opción que la jefa comunal no descartó.
"Me sorprendió, sí. Y lo agradezco, porque pensó en una mujer", comentó en entrevista con La Tercera, junto con subraya que "la política sigue siendo machista, y si no nos hacemos los espacios, nos unimos y nos respetamos entre nosotras, ese espacio va a seguir siendo reducido".
En ese sentido, valora que "sus palabras fueron sinceras y atribuyo esta mención a mi trabajo, eso me honra", porque "mi trabajo es lo que hoy me tiene feliz, poder salir a caminar por cualquier barrio de mi comuna y que se sientan orgullosos de la persona que los representa".
Asimismo, reconoce que le "asusta" la rapidez con que ha crecido su figura política: "Esto partió como una pelotita de nieve, cuando me pidieron ser consejera regional y acepté. Después la gente me empezó a pedir, al tercer año, que fuera alcaldesa y me lo decían en la calle".
"De verdad que no tenía esas intenciones (...) y asusta, porque hoy me están diciendo en las calles 'Presidenta'", aseguró Barriga, eventual candidatura que no descarta tomar: "Dejo que Dios me ilumine. Mi motor es la gente y voy a estar donde la gente quiere que esté".
"Las mujeres estamos siempre preparadas para los desafíos y, en lo personal, no le tengo miedo a nada", admitió de todos modos.
"Mi suegro siempre ha querido ser Presidente, a mí me lo piden"
En ese contexto, fue consultada sobre su suegro, el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, quien también suena como carta presidencial del sector.
"Nunca (han conversado el tema). Lo que pasa es que hay una diferencia, mi suegro fue candidato presidencial dos veces y siempre ha querido ser Presidente. A mí me lo piden, me están postulando y esa es la gran diferencia, de los objetivos, de los caminos y de las decisiones", analizó.
Críticas a su gestión
Abordó además las constantes críticas a su gestión, como por el escándalo de los millonarios regalos que recibió vía lobby o las cuestionadas compras millonarias en peluches y collares.
"Tengo un concejo de 10 concejales, y hay cinco que son siempre los que van a Contraloría todas las semanas a pedir mi destitución, por A, por B, por C, por D. En cada concejo los enfrento y les digo que me lo digan en la cara, pero no me lo dicen. Hay un ataque más fuerte desde que aparecí en la encuesta Cadem", reprochó la alcaldesa.
