Luego de conocerse que un porcentaje del alza en el costo de la electricidad que comenzó a regir en mayo corresponde a la central El Campesino, que siquiera ha sido construida, el Gobierno y la Comisión Nacional de Energía salieron a referirse el punto.
Del 10,5 por ciento de aumento, un 0,6 (120 pesos, aproximadamente) corresponde a esta central proyectada en la comuna de Bulnes, Región de Ñuble, la que se adjudicó una licitación en el año 2014 y tiene contrato de operaciones desde el 1 de enero de este año, pero por diversos problemas aún no inicia su construcción.
La ministra de Energía, Susana Jiménez, se refirió a esta controversia indicando que "la central tiene la obligación de entregar el suministro de electricidad, motivo por el cual la Comisión Nacional de Energía (CNE) ha solicitado a las empresas distribuidoras -que son la contraparte de la licitación- que revisen el contrato y hagan las modificaciones que sean necesarias".
"La central El Campesino ha explicado -a través de las empresas distribuidoras- que pretenden servir el contrato con energías compradas, aportadas por otras centrales, por lo que hemos solicitado dichos antecedentes, para ver si la solución propuesta es equivalente a la solución original", señaló por su parte el secretario ejecutivo de la CNE José Venegas.
Sin embargo, es precisamente en ese punto donde el tema se complejiza, ya que El Campesino apunta a mantener el precio del contrato original, que alcanza 110 dólares por MWh, mientras los valores de actuales licitaciones fluctúan entre 30 y 60 dólares por MWh.
Al respecto, el titular de la CNE fue enfático en señalar que los temas asociados al contrato son bilaterales entre la central y las empresas. "La CNE solo participa en la generación de las bases de licitación, salvo que exista una modificación contractual que requiere nuestra aprobación", subrayó.
