El sacerdote aseguró que "no hay que aceptar" la designación del sacerdote ligado a Karadima.
Comentó que la Iglesia Católica perdió una oportunidad al no apoyar la reforma educacional.
Berríos valoró la aprobación del Acuerdo de Unión Civil.
El sacerdote Felipe Berríos criticó en Cooperativa la designación de Juan de la Cruz Barros como obispo de la diócesis de Osorno, por su relación con Fernando Karadima, asegurando que "no hay que aceptar esto".
En Una Nueva Mañana, Berríos negó que el papa Francisco tenga alguna responsabilidad en la designación, planteando que "de Roma viene lo que a Roma llega. Yo creo que aquí el que ha dado el informe ha sido el nuncio. Él ha dicho y yo no se si habrá consultado a los obispos chilenos, pero él le dijo al papa que éste (de la Cruz) era el obispo para Osorno. Y qué va a saber el papa más detalles".
"Hay que alegar, no hay que aceptar esto", añadió Berríos.
"Yo llamaría a la gente de la diócesis que opine, como dice el Monseñor Ezzati, que se pronuncien los laicos, que ellos digan que no están de acuerdo", recalcó.
Diversos grupos han manifestado su rechazo a esta designación, ya que Barros fue acusado de encubrir los abusos de Karadima.
Homosexualidad
Berríos volvió a manifestar su apoyo a los homosexuales, recalcando que "no sólo son hijos de dios, sino que dios está orgulloso tal cual son".
"Es una condición la homosexualidad, no es un pecado ni una condición de segunda clase", recalcó el religioso.
El sacerdote también valoró la aprobación del Acuerdo de Unión Civil, indicando que "los gobiernos tienen que ser gobiernos laicos. Laicos no significan anti religiosos, sino que dan garantía a todos sus ciudadanos. Y me parece excelente que ellos (homosexuales) sean reconocidos civilmente y que tengan sus derechos y deberes como ciudadanos".
Reforma educacional
Berríos se refirió a la reforma educacional impulsada por el Gobierno de Michelle Bachelet y rechazó las declaraciones del Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien indicó que Chile perdió la oportunidad de hacer una buena reforma.
"Yo estoy de acuerdo en cierta parte de la frase de Monseñor Ezzati, en cuando dice 'hemos perdido una oportunidad'. Pero no la perdió Chile, la perdió la Iglesia Católica. La jerarquía de la Iglesia Católica perdió la oportunidad de haber apoyado totalmente lo que se está haciendo ahora", precisó.
"Una reforma así va a tomar muchos gobiernos más (...) Pero sí que se puso la base de lo que se quiere. No se quiere una educación que sea exitista, excluyente y selectiva, se quiere una educación inclusiva que apunte a un país que nos haga sentir más personas", sostuvo.
El sacerdote planteó que "Nosotros (la Iglesia Católica) debiésemos haber apoyado eso, si eso está en el corazón de una educación inclusiva y más justa. Y faltó fuerza en la jerarquía de decirlo claramente, y no decir que Chile perdió una oportunidad al haberse aprobado (la reforma). Yo estoy feliz que se haya aprobado".
