Tres de cada 10 adolescentes dijeron haber experimentado que una pareja les dijera con quién juntarse o no, según un estudio.
Un 55,2 por ciento de los hombres encuestados consideró que el lugar más adecuado para la mujer es su casa.
La mitad de las personas encuestadas piensa que los celos son una prueba de amor.
Una inédita investigación que aborda la violencia en las relaciones de pareja en adolescentes y jóvenes chilenos, de entre 12 y 29 años, reveló preocupantes cifras, como maltrato y mecanismos de control.
El estudio "Amores tempranos. Violencia en los pololeos en adolescentes y jóvenes en Chile", realizado por el Instituto de la Mujer, apunta a evaluar y medir esta situación, con tal de entregar argumentos de base para las estrategias de trabajo que debe tener el Estado para prevenir estos casos.
Al adelantar las cifras, la investigación mostró que tres de cada 10 jóvenes (28,7 por ciento) dijeron haber experimentado que una pareja les dijera con quién juntarse o no.
Relacionado con esto, un 43,4 por ciento de los sondeados dijo que habían querido saber todo lo que hacían y con quién estaban sus parejas mediante mensajes y constantes llamados telefónicos.
Otro dato alarmante es que un 55,2 por ciento de los hombres encuestados consideró que el lugar más adecuado para la mujer es su casa, con su familia; mientras que un 41,3 por ciento de las mujeres dijo estar de acuerdo con esta afirmación. A su vez, tres de cada cuatro encuestados cree que las mujeres que son insustituibles en el hogar.
Asimismo, los datos señalan, asimismo, la recurrencia y naturalización de prácticas violentas al interior de las relaciones de pareja, pues la mitad de las personas encuestadas piensa que los celos son una prueba de amor, y uno de cada cuatro cree que se puede amar a quien se maltrata.
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Incluso, uno de cada 10 jóvenes ha recibido cachetadas, empujones o zamarreos de parte de su pareja.
A esto se suma que un 51,2 por ciento de los encuestados dijo conocer a una amistad que ha sufrido maltrato en un pololeo.
El estudio también reveló que la mayoría de las mujeres que relataron violencia en sus parejas no pudieron verla como tal en sus primeras expresiones y, además, las encuestadas señalaron que el sexo es parte de la "obligatoriedad" de la pareja estable".
También preocupa que los varones reconocieran haber ejercido violencia sexual sin tener, en principio, conciencia de ello.
