Giuseppe Berardelli, de 72 años, murió en un hospital de Lovere, en la diócesis italiana de Bérgamo, la más golpeada por el coronavirus en el país.
Según los reportes, al menos 50 curas han muerto por la enfermedad en la nación europea.
Un sacerdote italiano que contrajo coronavirus murió después de dejar un ventilador para que un paciente más joven pudiera usar el dispositivo médico, según informes de medios locales.
Giuseppe Berardelli, de 72 años, murió en un hospital de Lovere, en la diócesis italiana de Bérgamo, la más golpeada por el Covid-19 en Italia. La ciudad está al noreste de Milán, en la parte norte del país.
Un trabajador de la salud le dijo al medio de comunicación italiano Araberara que al cura le habían dado un respirador que le compraron los feligreses, pero pidió que se lo diera a alguien más joven que él.
Giuseppe Imberti, alcalde de Casnigo, donde Berardelli fue arcipreste de la parroquia de San Giovanni Battista, lo destacó como "una persona sencilla y directa, con una gran amabilidad y ayuda hacia todos, creyentes y no creyentes".
"Era un sacerdote que escuchaba a todos, sabía escuchar, quien se volviera hacia él sabía que podía contar con su ayuda", dijo Clara Poli, ex alcaldesa de Fiorano, donde Berardelli había servido como párroco.
Según los reportes, al menos 50 sacerdotes han muerto por coronavirus en Italia.
Según los últimos datos de la Protección Civil, el coronavirus en Italia ha dejado 6.820 fallecidos y 54.030 personas están contagiadas actualmente, una cifra que supone un incremento de 3.612 personas, pero que refleja un descenso en la tendencia por tercer día consecutivo.
