La ministra de Transportes dijo que ya hay un 15% de choferes que no está trabajando por pertenecer a los grupos de riesgo: por edad o enfermedad crónica.
"Tenemos que preparar turnos y resguardar para tener reemplazos en caso de que sea necesario", explicó.
La ministra de Transportes, Gloria Hutt (Evópoli), explicó en Cooperativa las medidas adoptadas para mantener operativo el sistema de buses y de Metro capitalino en un periodo "en que la probabilidad de contagio va a ir aumentando", admitiendo -de paso- que "la situación es bien compleja".
Transantiago, con menos pasajeros, ha visto también mermadas las máquinas en circulación por la epidemia, pues casi el 15 por ciento de los conductores está en grupos de riesgo. "Con ellos no podemos contar para el trabajo en contacto permanente con los pasajeros", señaló Hutt en diálogo con El Diario de Cooperativa.
"Hay varias restricciones de ese tipo que afectan al sistema y estamos haciendo un esfuerzo muy grande para que, con los que sí están trabajando, podamos dar servicios con la misma capacidad que teníamos la semana pasada", afirmó la secretaria de Estado.
En este sentido, la ministra indicó que los cambios en el horario de funcionamiento del transporte público de Santiago, luego de las aglomeraciones registradas el lunes, con el Metro, ferrocarriles y buses de superficie abriendo desde hoy más temprano, "nos permite dar el servicio que estamos dando en este momento y resguardar a los trabajadores, porque aquí tenemos que también mantener operando este sistema en un plazo más largo, en que la probabilidad de contagio va a ir aumentando".
"Por ejemplo, tenemos turnos que proteger de personal crítico de operación o conductores de terminales. Si se produce un contagio o brote masivo nos puede producir problemas muy grandes para la continuidad del servicio, entonces también tenemos que preparar esos turnos y resguardarlos para tener reemplazos en caso de que sea necesario", indicó.
La ministra de Transportes también hizo una autocrítica personal por las aglomeraciones que se registraron la mañana del lunes en el Metro y en paraderos del Transantiago, a raíz del retraso en el inicio de la operación debido a la implementación del toque de queda.
"Sobreestimamos la fuerza de la información (sobre el cambio de horario)", dijo la secretaria de Estado, que afirmó sentirse afectada por lo ocurrido.
"Me causa un dolor tremendo. Yo sé cómo son las personas que viajan, porque soy una usuaria del sistema. Si alguien ayer no tuvo culpa alguna fueron los pasajeros", señaló.
Además, indicó, "son personas que no tienen otra alternativa de viaje, por lo cual son están cautivas del sistema, y eso obliga a que nosotros extrememos las medidas", aseguró.
