El volante ofensivo de Universidad Católica aseguró que es positiva la llegada de refuerzos en su posición porque le da "alternativas" al equipo.
No cesa el trabajo en Universidad Católica. El equipo cruzado quiere aumentar su plantel de cara a la próxima temporada, en donde deberán afrontar dos retos internacionales, y están en busca de un volante ofensivo que dé garantías.
Las miradas apuntan a Leonardo Pisculichi, jugador trasandino que milita en River Plate y que no es considerado por el técnico Marcelo Gallardo.
Sin embargo, el conjunto precordillerano cuenta con dos jugadores para cubrir esa posición, Diego Rojas y Carlos Espinosa, quien conversó con Al Aire Libre en Cooperativa sobre lo positivo que es la llegada de un nuevo refuerzo en la posición de enganche, y que es un "desafío personal" por la competencia que se presenta.
"Uno como futbolista tiene que estar lidiando siempre con otro compañero para poder jugar. Si viene otro jugador y aporta al equipo, espectacular, porque seremos más competitivos y tendremos más alternativas", señaló Espinosa.
Sin embargo, aseguró que la llegada de un refuerzo "en lo personal es un desafío, porque te exigen más. Está la competencia sana por querer jugar. Cada futbolista no está solo en su posición. Siempre hay competencia, unos juegan y otros no. El futbol es así".
Espinosa, quien consiguió con la UC su primer título como profesional, también indicó que quedó con "buenas sensaciones" tras su desempeño en el semestre, aunque reconoció que faltaban aspectos por mejorar.
"Fue mi primer título y esto feliz, recapitulando como fue el campeonato. Me costó un poco en el principio, pero después tuve mayor continuidad. Jugué mucho en el segundo semestre y salimos campeones. Me quedo con muy buenas sensaciones. Hay mucho que mejorar y espero tener (las mejoras) en el próximo torneo", aseveró.
En la misma línea, el mediocampista recordó que fue resistido por la hinchada en sus primeros partidos, aunque indicó que "tienen derecho a manifestarse de la forma que quieran".
"Cuando la hinchada está exigente y quiere un título, ante cualquier detalle hace sentir su opinión. Cuando lo hacíamos bien o mal, o cuando necesitábamos apoyo. Es como se manifiestan y hay que entenderlo. Si juego bien, no debería haber ningún problema", sentenció.
