La senadora comentó en Cooperativa su asunción como presidenta del PS en un ambiente marcado por la "desconfianza".
Negó que Michelle Bachelet le haya pasado la cuenta al partido por las críticas de su antecesor, Osvaldo Andrade.
La mesa presidida por Allende está integrada también por Camilo Escalona, con quien la legisladora no oculta su distancia.
La nueva presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, negó que Michelle Bachelet le haya pasado una cuenta a la colectividad por las críticas que realizó en el último tiempo el saliente timonel, Osvaldo Andrade, al gabinete que lideraba Rodrigo Peñailillo.
En conversación con El Diario de Cooperativa, Allende subrayó su valoración de la presidencia de Andrade, aunque también marcó distancia respecto de la actitud que el diputado adoptó durante el último tiempo, con frontales y públicos cuestionamientos al ex ministro del Interior.
"Yo creo que la presidencia -que le tocó dos periodos seguidos- a Osvaldo Andrade fue bastante constructiva y creo que fue bastante leal con la Presidenta, aunque en el último tiempo, en los últimos días, se notó un poco más de desorden, con declaraciones que eran un poco complejas, que a mí por lo menos me provocaron la sensación de que no sacábamos nada con disparar al equipo si Gobierno y equipo eran uno solo. Yo creo que eso no estuvo tan bien desde el punto de vista de que los partidos tenemos que mostrar que somos la base de apoyo del Gobierno y de la Presidenta", comentó Allende, quien en la víspera asumió como nueva timonel socialista.
"Yo misma en mi discurso hice un reconocimiento a Andrade: dije que deja un mejor partido, con un resultado electoral extraordinario". No obstante, "él hizo críticas en el último tiempo que yo no compartí, pero no tiene que ver eso con la baja del (PS en el) gabinete, que se debe al hecho más sencillo: la Presidenta, para poder cuadrar una caja compleja que significaba toda la salida del gabinete político, tuvo que ajustarse con el Partido Socialista, porque es su partido, porque ella sabe que va a contar con nosotros, que los socialistas vamos a seguir siendo leales con ella y pagamos ese costo", afirmó.
"Doloroso" cambio de gabinete
"Ella (Bachelet) también sabe que eso nos ha provocado dolor, porque la salida de Álvaro Elizalde, la salida del ministro Arenas y la salida de la ministra Villegas fueron dolorosas; porque, además, teníamos cinco ministros y quedamos con tres; uno solo (Marcelo Díaz) en el gabinete político, pero era natural que se ajustara con el Partido Socialista, su partido", dijo.
"Era lógico que pagáramos ese costo, pero no por las críticas A o críticas B", señaló Allende, quien "de ninguna manera" atribuye este cambio a las críticas de Andrade, sino que a "toda la atmósfera que se generó a partir de las boletas".
"Este ambiente (con) Penta, Caval y Soquimich ha sido realmente dramático para el Gobierno: tienen (los casos) características distintas, pero en definitiva los tres han minado la confianza de la ciudadanía, han despertado suspicacias y han hecho que caiga la adhesión de la Presidenta en más de 15 puntos de acuerdo a la encuesta CEP", señaló la senadora.
"Estamos todos los partidos, los políticos, los parlamentarios bajo el ojo del huracán, puestos en duda en nuestra credibilidad y tenemos tremendos desafíos de demostrarle a la ciudadanía que seremos capaces de legislar severamente ir recuperando poco a poco esa confianza", dijo al analizar el momento político en el cual llega a la presidencia del PS, con la promesa de lealtad al Gobierno de Bachelet.
"Ser leales no significa ser incondicionales", pero sí evitar "discusiones o calificaciones o descalificaciones por la prensa, por los diarios, por radios, que no son lo mejor", apuntó.
