Freddy Martínez señaló que "infiltrados" protagonizaron el alzamiento contra Correa.
"Un comandante irrespetado por sus subalternos no puede quedarse al frente de ellos", aseguró.
El comandante general de la Policía de Ecuador, Freddy Martínez, renunció este viernes a su cargo, luego de las protestas protagonizadas ayer jueves por agentes bajo su cargo, que incluso retuvieron al presidente Rafael Correa por varias horas, en un alzamiento que terminó con violentos enfrentamientos armados con los militares, en los que dos agentes fallecieron.
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| El oficial aseguró que quienes se rebelaron fueron minoría. (Foto: Ecuavisa) |
"Un comandante irrespetado, maltratado, agredido por sus subalternos no puede quedarse al frente de ellos", dijo Martínez, que consideró legítimo el derecho de la policía de presentar sus reclamaciones, pero consideró que "equivocaron el camino".
"Ayer fue un día lamentable, crítico, caótico. Hubo desorden por doquier, se irrespetó al comandante general, al ministro del Interior y, por si fuera poco, al presidente de la república. Los policías, que estamos llamados a mantener el orden y la tranquilidad ciudadana, ayer provocamos desorden", añadió Martínez en una rueda de prensa en la que expresó sus sospechas respecto de la presencia de infiltrados externos en las manifestaciones.
"Me temo que posiblemente hubo infiltración de gente interesada en desestabilizar a la Policía", dijo el oficial al referirse a personas que con la cara cubierta se escondieron "en el anonimato, como lo hacen personas que están al margen de la ley. Yo presumo que no fueron policías", agregó.
Alcances de la protesta
El oficial resaltó que quienes se sublevaron fueron una minoría, pues en la institución hay 40.000 efectivos, y destacó la profesionalidad de los policías del Grupo de Operaciones Especiales que, junto a fuerzas especiales del Ejército, rescataron a Correa del hospital.
"Debo lamentar que en la salida del presidente hubo como resultado policías muertos, heridos, posiblemente habrá militares también que están heridos", señaló sin dar cifras. Ya con el presidente "sano y salvo" en el palacio de Cadondelet, sede del Ejecutivo, "es el momento oportuno" para presentar la renuncia, expresó.
Martínez finalizó pidiendo al Gobierno "que revise con acuciosidad la ley orgánica del Servidor Público, ley polémica que causó esta serie de desatinos, para que no se afecten los derechos de los policías".
