Un notable triunfo consiguió Universidad Católica en su visita a Provincial Osorno, venciendo por 4-2 al equipo de los "toros", en el duelo que cerró la quinta fecha del Torneo de Clausura.
En el minuto 36 los cruzados perdían por 0-2, pero terminaron doblegando al elenco local, tras igualar el marcador en sólo cinco minutos y marcar dos tantos más en el segundo tiempo.
Pero en los primeros minutos del cotejo pareció que otro partido se iba a dar en el "Rubén Marcos Peralta". Porque Universidad Católica dominaba en el mediocampo, pero era Osorno el que mostraba la efectividad a la hora de definir.
Fiel reflejo de ello, fue la apertura del marcador en el minuto nueve, en la primera llegada de los locales, que Mario Núñez transformó en gol.
Luego Universidad Católica trató de controlar el duelo, creando varias ocasiones, pero la tendencia continuó, y nuevamente Osorno sorprendió al elenco dirigido por Fernando Carvallo, esta vez con un golazo.
Samuel Teuber, delantero de Osorno, se sacó con mucha precisión a Buljubasich en la salida del área, y definió de manera soberbia, casi sin ángulo, decretando el 2-0, en el minuto 36.
El repunte cruzado
Sin embargo el elenco local se durmió tras el tanto de Teuber. Católica buscó el descuento, y aprovechó el relajo del equipo local, que casi ni se percató del descuento de Marcos González en el minuto 41. Así se fueron al entretiempo.
Con el inicio del segundo tiempo, Universidad Católica siguió insistiendo desde el primer instante y Osorno siguió impávido, tal como se había ido a descansar, 15 minutos antes.
Ambos factores derivaron -lógicamente -en otro tanto del elenco cruzado. Esta vez fue en el minuto 55, cuando Julio Gutiérrez embocó de forma perfecta un centro de Luis Núñez, y puso a su equipo por primera vez arriba en el marcador.
El golpe de KO llegó sólo cuatro minutos después. El recién ingresado Milovan Mirosevic sirvió un tiro libre al centro del área, y el balón encontró a Gary Medel, que decretó el 2-4 definitivo.
Provincial Osorno, con los testazos en contra, comenzó a despertar del largo letargo en el que estaba, pero aunque quedaba mucho por jugar, ya era demasiado tarde.