Senado de EE.UU. aprobó fondos de emergencia para víctimas de "Katrina"
Este viernes el presidente Bush podría promulgar la ley que entrega 10.500 millones de dólares para ayudar a las víctimas del huracán.
El Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad una solicitud del presidente George W. Bush, para contar con fondos de emergencia por 10.500 millones de dólares, para ir en ayuda de las víctimas del huracán "Katrina", informaron fuentes oficiales.
La medida será sometida a votación este viernes por la Cámara de Representantes, donde se espera sea despachada sin inconvenientes, para ser enviada de inmediato a Bush para su promulgación, dijeron fuentes legislativas.
El director de presupuestos de la Casa Blanca, Joshua Bolten, explicó que esa suma tiene como objetivo asegurar la continuidad de las tareas de ayuda a las víctimas de la tormenta que el lunes 29 de agosto arrasó los estados de Louisiana, Mississipi y Alabama, y agregó que habrá otra solicitud de fondos a finales de mes.
"Pediremos al Congreso dentro de las próximas semanas que apruebe una solicitud adicional, la cual se hará con mejor información acerca del alcance y los costos del desastre el cual apenas se comienza a conocer", dijo.
Según manifestó Bolten, la segunda solicitud de fondos de emergencia será superior a los 10.500 millones de dólares ya aprobados por el Senado.
Washington espera poder financiar el envío de ayuda y principalmente el desplazamiento de tropas hacia los sectores afectados, que están sumidos en el caos, pues no hay autoridades dirigiendo efectivamente las tareas de rescate.
En ciudades como Nueva Orleans, la más afectada por el paso de "Katrina", la policía es casi un fantasma y el pillaje y los saqueos se han hecho habituales en las inundadas calles.
Salud de decenas de miles de personas está gravemente amenazada
Sin electricidad en hospitales, las farmacias de Nueva Orleans bajo más de un metro de agua, miles de pacientes sin asistencia sanitaria y la creciente amenaza de brotes infecciosos, la salud de decenas de miles de personas afectadas por el huracán "Katrina" está en peligro, aseguraron fuentes sanitarias.
La crisis que vive la urbe y grandes áreas del sur de Louisiana se ve agravada por el hecho de que la mayoría de las decenas de miles de personas atrapadas por las aguas son los más pobres entre los pobres del país, individuos que sufren más enfermedades mentales y físicas que otros grupos sociales.
De hecho, analistas han remarcado que ante la amenaza de "Katrina", quienes pudieron evacuar la ciudad fueron principalmente los habitantes de mayor poder adquisitivo, en su mayoría blancos, dejando tras de sí a una gran masa pobre y afroamericana, que, entre otros lugares, copó el estadio "Superdome", donde muchos niños y ancianos han muerto, pues el refugio no cuenta con agua ni alimentos.
Ancianos, niños y enfermos de entre los pobres de Nueva Orleans -donde según cifras oficiales cerca de un tercio de sus 1,4 millones de habitantes son pobres-, los más vulnerables son los que están pagando el mayor coste del desastre.
Algunos expertos han empezado a advertir sobre las consecuencias sicológicas que el caos y violencia que imperan en Nueva Orleans tendrá sobre los niños que viven la crisis, en algunos casos separados de sus padres.
Otra preocupación que los expertos empiezan a airear es el de la aparición de brotes infecciosos de enfermedades como el cólera o la fiebre tifoidea.
El 80 por ciento de Nueva Orleans se encuentra bajo el agua y las autoridades temen que centenares, probablemente miles, de personas han muerto en los pasados días y están atrapados por las aguas en sus viviendas.
Con temperaturas que superan los 30 grados centígrados, los cuerpos en descomposición de personas y animales se convierten rápidamente en un caldo de cultivo de bacterias.
Además, las alcantarillas del área metropolitana de Nueva Orleans han vaciado su contenido en las aguas estancadas en las calles de la ciudad, por donde están obligados a deambular sus habitantes que intentan escapar.
Por si fuera poco, se pueden observar claramente desde el aire manchas de peligrosos productos químicos que flotan en las aguas procedentes de empresas e industrias, como las refinerías o las explotaciones agrícolas situadas en los alrededores de Nueva Orleans.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) advirtió que la población se debería abstener de consumir "productos perecederos como carne, pescado, leche y huevos que no están refrigerados de forma apropiada que pueden causar enfermedades si se consumen, incluso si se han cocinado de forma apropiada".
No obstante, la advertencia parece irrisoria para una población que lleva días sin energía eléctrica y que prácticamente no tiene qué comer. (EFE)