China puede convertirse en el primer exportador mundial en 2010, según OCDE
El "club de los países desarrollados" proyectó que el Producto Interno Bruto (PIB) del "gigante asiático" habrá superado el de Canadá e Italia a fines de 2005, y en 2010 será rebasado sólo por tres países.
China puede convertirse en el primer exportador del mundo para 2010, y copar el 10 por ciento del comercio mundial de bienes y servicios, frente al 6 por ciento actual, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Las exportaciones de China ya sólo son superadas por las de EE.UU. y Alemania, pese a que el PIB de sendos países es muy superior al chino, indicó la OCDE, que proyecta que ya en 2008 las ventas chinas al extranjero de bienes y servicios rebasarán las de Alemania.
En su primer estudio sobre el gigante de Asia divulgado este viernes, el "club de los países desarrollados" proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) de China habrá superado el de Canadá e Italia este año y, en 2010, será rebasado sólo por tres países de la OCDE.
Desde hace 20 años, el crecimiento económico de China ha rondado un promedio del 9,5 por ciento, "un ritmo rápido que debería mantenerse todavía durante algún tiempo", indicó.
El dinamismo del crecimiento ha contribuido no sólo a la subida de los ingresos de los hogares chinos sino también a una "fuerte reducción" de la pobreza, a la vez que la integración de la economía china en la economía mundial ha progresado mucho.
Pero la renta per cápita sigue siendo baja y crecen las desigualdades, no sólo entre las zonas urbanas y rurales los ingresos medios en el campo son un tercio de los observados en las ciudades-, sino también en las provincias costeras, más prósperas.
El espectacular despegue económico de China se debe en gran medida a las reformas emprendidas por las autoridades, que han permitido al sector privado tener un papel pivote.
Pero China afronta aún grandes desafíos: dar un marco "sólido" a la actividad del sector privado; mantener un entorno macroeconómico estable; reformar el sistema financiero, y reducir las desigualdades entre las regiones con una reforma de las transferencias fiscales.
El sector privado, que actualmente origina más de la mitad del PIB y una parte "aplastante" de las exportaciones y genera lo esencial de los nuevos empleos, puede ser reforzado, con la modernización del marco de los negocios y la mejor aplicación de las leyes, especialmente las de los derechos de propiedad intelectual.
Reforma del sector estatal
Tras señalar que la reestructuración de las empresas estatales ha supuesto "supresiones masivas" de empleos, la OCDE advirtió que aún queda por reestructurar "buena parte" del sector público.
Más del 35 por ciento de las empresas estatales no son rentables y una de cada seis tiene fondos propios negativos, constató el estudio.
Para favorecer la estabilidad del marco macroeconómico, preconizó flexibilizar los tipos de cambio y señaló que van en ese sentido la reciente apreciación del yuan y las nuevas disposiciones del régimen de tipos de cambio anunciadas en julio.
"La política monetaria ha dado lugar a una volatilidad considerable de la inflación", afirmó.
Una mayor flexibilidad de los tipos de cambio permitiría protegerse contra una nueva alza inflacionista, adaptar mejor la política monetaria a las prioridades nacionales y dejar que las fuerzas del mercado determinen más los tipos de interés bancario.
El coste para el presupuesto de las medidas destinadas a resolver este problema será elevado pero debería ser soportable, ya que el crecimiento económico ha permitido reducir esta carga a menos del 30 por ciento del PIB (frente a casi un 50 por ciento en 1999), añadió la entidad.
Pero la salud futura del sistema bancario seguirá precaria sin un papel más reforzado del sector privado, advirtió la OCDE, para la que también es imperativo el crecimiento de los mercados de capitales.
Las finanzas públicas son sólidas, con un déficit presupuestario inferior al uno por ciento del PIB y una deuda pública estable, en torno al 23 por ciento.
Pero China deberá aumentar sus gastos de sanidad y educación, que son bajos, y reformar el sistema de pensiones ante el envejecimiento de su población, según la OCDE. (EFE)