Libro revela la desconfianza soviética en la capacidad de Salvador Allende

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Autor: Cooperativa.cl

"El Archivo Mitrojin II" detalla que la KGB consideró que el gran error del derrocado Presidente fue no usar fuerza contra sus adversarios.

Un libro que salió este lunes a la venta en el Reino Unido, escrito por el historiador Christopher Andrew y el desertor de la KGB Vasily Mitrojin, detalla hasta qué punto la Unión Soviética desconfiaba de la capacidad del ex Presidente Salvador Allende para mantenerse en el poder.

 

Según un resumen de la obra, titulada "El Archivo Mitrojin II: ´La KGB y el mundo", que publica el diario británico The Times, desde el punto de vista del servicio secreto de la URSS -la KGB-, el error fundamental del político chileno fue su resistencia a utilizar la fuerza contra sus enemigos.

 

Sin establecer un control completo sobre la maquinaria del Estado, le resultaría imposible seguir controlando el poder, fue la conclusión a la que llegó la KGB.

 

Según el texto, para la URSS el primer intento, fallido, de derrocar a Allende se llevó a cabo el 29 de junio de 1973, en el denominado "Tanquetazo", una conjunción entre militantes de la organización de extrema derecha Patria y Libertad y oficiales sediciosos del Ejército.

 

El intento de golpe degeneró, sin embargo, en farsa: "El convoy obedeció todos los semáforos y al menos uno de los tanques se detuvo a repostar en una gasolinera comercial".

 

De acuerdo al libro, el aspecto más significativo de aquel fallido golpe de Estado fue la respuesta apática de los trabajadores chilenos.

 

Allende hizo un llamado por radio "al pueblo para que acudiera al centro de la ciudad" a defender a su Gobierno, pero no ocurrió así, y el general Augusto Pinochet tomaría buena nota de ello, expresa el libro, que agrega que la KGB se quejaría más tarde de que Allende prestó muy poca atención a los avisos del desastre que se avecinaba.

 

Cuando Pinochet y los otros comandantes lanzaron el golpe definitivo, en las primeras horas del 11 de septiembre de 1973, los líderes comunistas, a quienes la KGB había tenido al tanto de lo que se trataba, estaban mejor preparados que el propio Allende, aseguran los autores.

 

Esa mañana, el diario del Partido Comunista hizo un llamado a los trabajadores de la ciudad y del campo a resistir a "los reaccionarios dispuestos a derrocar el Gobierno constitucional".

 

Por el contrario, según el análisis del servicio secreto soviético, no estuvo a la altura de la promesa que él mismo había hecho seis semanas antes, respecto de convocar al pueblo para que defendiera al régimen con las armas.

 

En lugar de buscar apoyo en los barrios trabajadores de Santiago, se atrincheró en el Palacio de La Moneda, donde lo defendieron su guardia personal de 50 o 60 hombres entrenados por los cubanos y media docena de funcionarios de la Policía de Investigaciones.

 

El hecho de que Allende no estuviese preparado para hacer frente al golpe militar se debe, en buena parte, a su afición a la improvisación: su entonces confidente francés Régis Debray declararía más tarde que Allende "nunca planificó nada con más de 48 horas de antelación".

 

Pero Allende estaba también ansioso de evitar el derrame de sangre, dicen los autores del libro, "convencido de que la resistencia popular sería aplastada por las tropas de Pinochet, optó valientemente por sacrificarse a sí mismo en lugar de sacrificar a sus seguidores".

 

En el libro, Andrew y Mitrojin afirman también que el hecho de que Allende fuera el primer marxista en llegar al poder por la vía de las urnas era todo lo contrario del típico líder de esta corriente ideológica.

 

Era de gustos aristocráticos, le encantaban los buenos vinos, los objetos de arte caros, los trajes bien cortados y las mujeres elegantes, lejos del perfil revolucionario de antaño. (EFE)