Ocho iraquíes y dos soldados de EE.UU. murieron en diferentes atentados
Con las muertes de este viernes sumaron 1.912 soldados estadounidenses muertos en combate en la ocupada nación árabe desde la invasión de marzo de 2003.
Al menos ocho civiles iraquíes y dos soldados estadounidenses perdieron la vida en diferentes actos de violencia ocurridos en las últimas 24 horas en Irak, donde también se hallaron los cadáveres tiroteados de cinco personas.
El atentado más grave segó la vida de cinco civiles y causó heridas a otros 13 en la plaza de Al Tayaram, en pleno centro de la capital.
Poco antes del mediodía, un terrorista suicida hizo estallar una bomba en el interior del microbús en el que viajaba, rumbo al barrio de Al Kader, una de las principales zonas chiitas de Bagdad, explicó un portavoz del Ministerio del Interior.
"Además del suicida, cinco de los pasajeros del vehículo perdieron la vida y 13 resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad", precisó el vocero.
Los chiitas se han convertido en los últimos meses en el principal objetivo de los grupos de insurgentes, compuestos en su mayoría por miembros de la comunidad sunita iraquí, secundados por extremistas islámicos adscritos al brazo de la red terrorista internacional Al Qaeda en Irak.
El pasado 14 de septiembre, más de 150 personas murieron, la mayoría de ellos chiitas, en una cadena de atentados que convirtió el día en el segundo más sangriento en Irak desde que en abril de 2003 fuera derrocado el entonces presidente Sadam Husein.
El Ministerio del Interior informó también este viernes del asesinato de un político chiita y de un militar del desmantelado Ejército de Husein, así como del hallazgo de tres cadáveres tiroteados en Bagdad.
El primero de los crímenes ocurrió en el barrio de Al Yamía, donde una partida de pistoleros baleó a Ali Abdel Ruba Jalaf, miembro del gobernante partido chiita Al Dawa, y funcionario del Ministerio de Transporte.
Oro grupo de hombres armados acabó, en el barrio de Al Saida, con la vida de un coronel que sirvió en el Ejército del derrocado Sadam Husein, reveló la fuente sin precisar otros detalles.
Asimismo, un obrero falleció y otros seis resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, al estallar una bomba colocada en la línea férrea, en la ciudad de Latifiya, bastión insurgente en el sur de Bagdad.
Por su parte, el mando militar estadounidense informó que un soldado murió y otro resultó herido al estallar un bomba colocada en una carretera de la provincia de Al Anbar.
Otro uniformado murió tiroteado con armas de calibre corto en la localidad de Ramadi, 100 kilómetros al oeste de la capital.
Con estas nuevas muertes, subió a 1.912 la cifra de militares estadounidenses muertos en combate en Irak desde que en marzo de 2003 comenzara la invasión y posterior ocupación de este país. (EFE)