Los hermanos Maradona confesaron secretos

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Autor: Cooperativa.cl

En una nota para el diario deportivo Olé de Buenos Aires, el astro de fútbol argentino y sus hermanos Raúl y Hugo contaron sabrosas anécdotas.

Los tres hermanos Maradona -Diego, Raúl y Hugo- se reunieron para realizar una nota periodística para el diario deportivo Olé de Buenos Aires en la que recordaron viejas anécdotas. Junto a ellos estuvieron también sus padres y demás familiares que compartieron el encuentro en la ya mítica casa de Villa Devoto.

 

Entre risas y algunos momentos por demás emotivos, Doña Tota -la madre del "10"- recordó algo que, según ella, es cómico, aunque pudo haber tenido un final feliz.

 

"Diego, a pesar de que tenía 11 meses, caminaba. Una tarde, en Fiorito, tuvo la desgracia de caerse en un pozo ciego (letrina). Yo estaba sola y ni me di cuenta hasta que escuché el grito. ¡Cuando me acerqué estaba tapado de caca hasta arriba de la cintura! Gracias a Dios apareció mi vecino 'Polvorita' y me ayudó a sacarlo antes de que se hundiera del todo", narró y los tres hermanos se rindieron ante el recuerdo y no hicieron otra cosa que reírse.

 

"En Fiorito (donde vivieron la infancia), mis papás se mataban para que no faltara el pan. Pero éramos una banda, así que mucho no sobraba... Yo recuerdo que cuando nos mudamos y Diego agarró su primera plata y nos llevó a recorrer todas las jugueterías del barrio para comprarnos regalos, zapatillas, bicicletas. El quería darnos lo que no habíamos tenido de chicos. Como cuando fue a su primera gira y me trajo mis primeros botines como tres números más grandes. Me puse más pares de medias y los usé igual", contó Raúl.

 

"El (por Diego) siempre fue un ejemplo. Me enseñó todo: desde pelear una pelota hasta criar a mis hijos", dijo a su turno Hugo.

 

En tanto, se destacó que Diego permaneció gran parte de la entrevista en silencio, escuchando lo que contaban sus hermanos.

 

"Una vez los japoneses lo contrataron para que sea la imagen de un café frío, y él nos eligió a nosotros", agregó Hugo.

 

Raúl Maradona rememoró otra historia más ligada al fútbol: "Una vez, en Nápoles, se acercó un malabarista húngaro que decía tener un record de 60.000 jueguitos. Diego lo encaró y le preguntó: '¿Y, cuántos partidos jugaste en la selección de tu país?' El húngaro le respondió 'ninguno'. Ahí nomás lo mandó a tomar la sopa, je".

 

Luego, los hermanos lamentaron no haber jugado más partidos juntos y hasta uno de ellos apostó que hubiera sido un "afano" (robo) si lo hacían. Raúl dijo además que cuando era pasa pelotas en Argentinos Juniors, cada vez que Diego hacía un gol corría para festejarlo con él.

 

Raúl contó también en aquella vez en que Diego, después que la selección albiceleste fue eliminada de Italia 1990, le prestó un Ferrari. Su hermano salió a pasear por Trigoria y aceleró bastante hasta que la policía lo detuvo.

 

Entonces, el capitán del equipo argentino "armó una conferencia de prensa" y lo fue a buscar "con todos los jugadores". Poco antes, Diego le había regalado además su primer auto: una coupé Taunus roja, amarilla y negra.

 

Ahora, en el presente, los tres hermanos sueñan con dirigir juntos. Sólo entonces cada uno abandonaría cualquier proyecto para estar juntos. Pero para eso, saben, hay tiempo. Tanto tiempo como aquel que tuvieron siendo niños y que supieron llenar de años felices. (Agencias)