Cerca de 400 vehículos sucumbieron en la octava noche de disturbios en París
La policía gala destacó que hubo menos enfrentamientos entre vándalos y fuerzas de seguridad respecto de los siete días previos, pese a lo cual hubo graves daños materiales.
Alrededor de 400 vehículos fueron incendiados en la periferia de París la noche del jueves 3 de noviembre, en la octava consecutiva de disturbios en la que, no obstante, hubo menos enfrentamientos entre jóvenes alborotadores de la periferia capitalina y la policía.
Según los recuentos ofrecidos a partir de los datos de las autoridades, la quema de automóviles -la noche anterior habían sido 315- volvió a ser muy importante en el conflictivo departamento de Seine-Saint-Denis, en el perímetro norte de París, donde se contabilizaron al menos 150 automóviles destruidos.
Sólo en la localidad de Trappes un fuego provocado en un garaje de autobuses se saldó con 27 de ellos calcinados.
En el mismo sector, los bomberos tuvieron que trabajar en la extinción de cinco incendios en otros tantos almacenes y talleres, entre ellos un hangar de telas de 15.000 metros cuadrados en la zona industrial de Garonord, en Aulnay-sous-Bois, y otro de productos de marroquinería en Blanc-Mesnil.
Uno de los pocos enfrentamientos directos entre una cincuentena de jóvenes alborotadores y policías se produjo en Mureaux, aunque no causó heridos.
Más grave, aunque también sin daños personales, fue lo sucedido en Neuilly-sur-Marne, donde los vehículos de los efectivos antidisturbios recibieron disparos, también según el Gobierno.
Para complicar más la situación de caos, el tráfico en una de las líneas de trenes de cercanías que circulan entre París y su periferia norte, incluido el aeropuerto de Roissy Charles de Gaulle, fue perturbado por una huelga de los conductores, tras la agresión de un convoy por un grupo de jóvenes en la estación de Blanc-Mesnil.
La prefectura de Seine-Saint-Denis señaló poco después de medianoche que la policía había realizado hasta entonces más de una veintena de detenciones sólo en ese departamento, donde se habían desplegado un millar de agentes de policía para tratar de evitar que se reprodujeran los incidentes.
El tribunal Correccional de Bobigny, la ciudad en la que está la prefectura del departamento, condenó a un joven a dos meses de prisión firme por su participación en los disturbios, tras ser juzgado por el procedimiento de urgencia.
El tribunal dictó otra pena menor contra la decena de jóvenes que comparecieron por su presunta participación en los altercados, y cuatro de ellos fueron absueltos.
La ola de disturbios empezó hace una semana en Clichy-sous-Bois, donde dos adolescentes inmigrantes murieron electrocutados al entrar en un transformador eléctrico, supuestamente huyendo de la policía, lo que fue descartado por una investigación oficial. (EFE)