Kissinger afirmó que un fracaso de EE.UU. en Irak sería "catastrófico"
"Si un Gobierno de tipo fundamentalista radical emerge en Bagdad, una ola de fondo se instalaría en el mundo islámico", advirtió el ex hombre fuerte de la Casa Blanca.
El ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger, ha afirmado que un fracaso de su país en Irak sería "catastrófico" y considera que el Gobierno de Washington debería "sustituir su hegemonía por una responsabilidad compartida".
"Si un Gobierno de tipo fundamentalista radical emerge en Bagdad, una ola de fondo se instalaría en el mundo islámico y amenazaría la seguridad de todas las naciones" representadas en la OTAN, afirmó ayer Kissinger en un discurso ante militares y embajadores de la Alianza Atlántica.
Según recoge el diario belga "La Libre Belgique", Kissingerpidió a los europeos que apoyen más a los americanos y a Washington que consulte más con sus aliados sobre la posguerra que vive Irak.
Además consideró que una retirada "prematura" de las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos en Irak sería un apoyo a los insurgentes y a los terroristas y causaría una fuerte inestabilidad en toda la región de Medio Oriente.
Para evitar esa situación, señaló como objetivos: impedir que un grupo domine al resto en Irak y que una zona caiga en manos de los terroristas; evitar que un Gobierno chiíta se convierta en una teocracia y dar un margen de maniobra a las regiones.
"El problema está en tener bastante paciencia", afirmó el ex secretario de Estado, de 82 años, que fue invitado por el comandante supremo aliado para Europa, el general James L. Jones.
Respecto a un posible paralelismo entre la debacle de su país en Vietnam y lo que ocurre en Irak, afirmó que "la situación actual es un otro tipo de guerra".
En Vietnam era una guerra convencional, mientras que en Irak es de insurgencia y, recordó "que históricamente ha sido siempre difícil vencer a insurgentes".
En cuanto a las relaciones entre Estados Unidos y Europa, señaló que el "gran desafío" de ambos es encontrar un "lenguaje común", no el que les unía durante la guerra fría, si no el de un "mundo amenazado por el terrorismo y la proliferación nuclear".
"Europa está a medio camino entre los Estados nación del pasado y una Unión inacabada", mientras que "EE.UU. sigue basado en la noción de un Estado soberano".
Por ello, señaló que para Washington su objetivo debe ser "sustituir su poder por una responsabilidad compartida" y para Europa "resistir a la tentación de la diferencia por la diferencia".
Respecto a la proliferación nuclear, opinó que se trata de una amenaza contra la que no sirve la disuasión tradicional y cuyos riesgos se ven aumentados por la venta de tecnología pakistaní en el mercado negro y las "veleidades de Corea del norte e Irán". (EFE)