Seis soldados murieron en el peor ataque durante tregua en Sri Lanka
A tres años del alto al fuego acordado entre el Gobierno y los guerrilleros singaleses, este domingo volvieron los atentados de gran magnitud.
Seis soldados murieron este domingo en el peor ataque ocurrido desde que en 2002 entró en vigor una tregua en Sri Lanka (ex Ceilán), donde la "peligrosa tendencia de violencia" puede desbaratar los esfuerzos de paz, según advirtieron los mediadores noruegos.
Supuestos rebeldes tamiles colocaron un potente artefacto explosivo en una localidad a siete kilómetros de Jaffna (norte del país), en un área donde hay una fuerte presencia de guerrilleros.
Fuentes militares dijeron que el vehículo donde viajaban los soldados fue alcanzado por la explosión de una potente mina, lo que causó la muerte de seis de ellos, mientras otros cuatro resultaron heridos.
Este suceso, el más violento desde que el gobierno y los Tigres de Liberación de la Patria Tamil (LTTE) acordaron un alto el fuego en febrero de 2002, ocurrió durante un fin de semana en que se han reproducido enfrentamientos y asesinatos en el norte y el este de la isla, donde vive la minoría tamil.
Este mismo domingo, la misión mediadora para Sri Lanka, dirigida por Noruega, había avisado de "una tendencia peligrosa de violencia en el norte y el este del país, que ha causado una serie de muertes y heridas a civiles y a personal de las fuerzas de seguridad".
Durante este fin de semana se han producido una serie de ataques en las zonas del norte y este de Sri Lanka que han causado la muerte de otras seis personas, entre ellas dos supuestos miembros del LTTE.
Un soldado murió el sábado por disparos en la zona norte de Sri Lanka, mientras en Trincomalee, ciudad portuaria del este del país, fallecieron tres civiles tamiles en otros incidentes de violencia.
En el este de la isla se han producido este fin de semana enfrentamientos entre ciudadanos tamiles y musulmanes que han causado la muerte de personas de las dos etnias.
Los tamiles, favorables al autogobierno o la independencia en el norte y el este del país, suponen el 13 por ciento de la población de Sri Lanka, mientras los musulmanes suman el 7,5 por ciento. La mayoría de los ciudadanos de la isla son cingaleses y budistas.
El pasado 17 de noviembre los ceilaneses eligieron como nuevo presidente al socialista Mahinda Rajapakse, quien se opone al autogobierno para los tamiles y se ha mostrado como un representante de la "línea dura" hacia la guerrilla.
En un comunicado, el noruego Hagrup Hauckland, que dirige la Misión de Vigilancia de Sri Lanka, pidió a Rajapakse y a los tigres tamiles que "hagan lo posible para calmar la actual situación volátil antes de que se produzca una escalada" de violencia.
El ataque de este domingo se produjo una semana después de que los Tigres de Liberación de la Patria Tamil advirtiesen a Rajapakse de la posibilidad de retomar la lucha armada si no soluciona el conflicto separatista tamil, por el que 60.000 personas han muerto desde 1972.
Las autoridades ceilanesas no han acusado directamente a los tigres tamiles de estar detrás de este atentado, aunque en privado dan por hecho que el LTTE es el responsable.
Jaffna es la capital de la zona norte de Sri Lanka bajo control de los tigres tamiles desde el acuerdo de paz de hace cuatro años, al igual que varias áreas del este del país, aunque el ataque no se produjo dentro de la zona directamente controlada por la guerrilla.
El coronel Gothabaya Rajapakse, secretario de Estado de Defensa, dijo que "algunos elementos están intentando crear problemas en la provincia del norte para conseguir sus objetivos políticos" y precisó que ha pedido al Ejército que ejerza "contención".
La guerrilla tamil y el gobierno ceilanés firmaron un acuerdo de alto el fuego en febrero de 2002, pero los ataques y enfrentamientos han continuado en el país, con menor o mayor frecuencia, hasta que hoy se produjo el ataque que de una sola vez ha causado un mayor número de muertos. (EFE)