Expertos chinos pidieron a Pekín reformar la política del "hijo único"
La restricción para las familias urbanas para tener descendencia puede derivar en el futuro en un estancamiento de la economía, por la falta de mano de obra, según algunos analistas.
Diversos expertos chinos reunidos en un foro sobre economía y población, en la Universidad de Pekín, recomendaron al Gobierno relajar la política del "hijo único", establecida hace 30 años para frenar el aumento demográfico, informó la prensa estatal.
Intelectuales como Cai Fang, de la Academia China de Ciencias Sociales, destacaron que esta legislación está causando graves consecuencias, como el envejecimiento de la población y el desequilibrio de sexos, pues en el gigante asiático hay 117 niños por cada 100 niñas.
De acuerdo a previsiones de Cai, en 2013 la población china alcanzará su punto máximo, y a partir entonces bajará, pese a que el número de habitantes no empezará a descender hasta 15 años después.
Ello generará un grave problema de falta de mano de obra en un país que depende en gran parte de ella, y su bajo costo, para su crecimiento económico, según la información recogida en el diario oficialista China Daily.
Otro de los panelistas, Zeng Yi, del Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Pekín, propuso una política de "sólo dos hijos", que permita a las mujeres ser madres una primera vez en la veintena y por segunda ocasión hacia los 32-34 años.
Sin embargo, algunos de los asistentes discreparon acerca de la propuesta, al argumentar que en pocas décadas esa idea traería una superpoblación, con un aumento de 100 ó 200 millones de personas.
El retraso en la edad de jubilación -60 años en hombres y 55 en mujeres- fue también discutido en el foro, como forma de paliar los problemas de mano de obra que las políticas demográficas chinas pueden conllevar en el futuro.
China inició la política del hijo único a finales de la década de 1970 para frenar los problemas de población en el país, después de décadas en las que se fomentó lo contrario, el crecimiento rápido de la población como vía de desarrollo de la nación.
La medida obliga a los habitantes de las ciudades a tener sólo un hijo, bajo pena de fuertes multas, o dos a las familias rurales si el primer vástago es una niña.
Esta política no se aplica a las minorías étnicas del país (tibetanos, mongoles, uygures, etc), cuya población total supone menos del cinco por ciento en China, dominada por la mayoría Han.
China, que en enero de este año alcanzó los 1.300 millones de habitantes, espera que su población empiece a disminuir hacia 2040, poco después que India, si no aplica estrategias similares, la supere en población.
El fundador del régimen comunista chino, Mao Zedong, animó a los chinos en los años 50, 60 y 70 a tener el mayor número de hijos posible, lo que favoreció que la población nacional pasara de unos 400 millones en 1925 a 1.000 a principios de la década de 1980. (EFE)