Fiscalía de Japón llegará hasta el presidente de Livedoor por escándalo bursátil

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Autor: Cooperativa.cl

Takafumi Horie, de sólo 33 años y conocido como "Horiemon", deberá comparecer para aclarar los balances de 2004, que habrían sido modificados para ocultar pérdidas.

La Fiscalía de Japón interrogará a los directivos de la empresa de internet Livedoor, incluido su presidente, Takafumi Horie, con relación a las supuestas prácticas fraudulentas destinadas a ampliar sus negocios, informó la prensa local.

 

Horie, de 33 años, fundó Livedoor en 1996 y el espectacular crecimiento de su firma lo convirtió en una brillante estrella del panorama financiero nipón, que desafiaba la tradición con su estilo contundente de compras hostiles y desdén por el uso de la corbata.

 

Además de ser el ídolo de millones de jóvenes de la generación de las "puntocom", deseosos de romper con las prácticas anquilosadas del Japón del "milagro económico" de los años 60, Horie se granjeó la admiración del primer ministro, Junichiro Koizumi.

 

El mandatario no dudó en recurrir a Horie, apodado "Horiemon" por su figura redonda que recuerda al gato espacial "Doraemon" de los dibujos animados nipones, como candidato de su partido en las elecciones a la Cámara Baja del pasado septiembre.

 

Aunque Horie no logró el escaño al que se presentaba en el distrito electoral de Hiroshima, contribuyó a aumentar su popularidad fuera de la capital y sirvió para resaltar la paradoja de un empresario de nuevas tecnologías que debido a la ley electoral nipona no podía usar internet para su proselitismo.

 

Horie se convirtió en el "niño terrible" de las finanzas cuando se enfrentó, en una batalla del estilo David contra Goliat, contra el gigante televisivo Fuji TV, por la compra de una emisora de radio.

 

El caso que centra la actual investigación judicial concierne a la compra en 2005, por parte de una filial de Livedoor, de la casa editora MoneyLife y la posibilidad de que la empresa de Horie falsificara resultados ed 2004, para mostrar beneficios cuando en realidad terminó en números rojos.

 

Según la prensa local, los investigadores sospechan que Livedoor implicó a otras dos empresas en transacciones ficticias para ocultar pérdidas de 1.000 millones de yenes (8,3 millones de dólares) y mostrar beneficios anuales de 1.400 millones de yenes (11,6 millones de dólares).

 

Livedoor emitió este jueves un comunicado en el que asegura que tras una investigación interna no encontró ninguna irregularidad en sus prácticas.

 

La relevancia de Livedoor, con 44 filiales y 2.456 empleados, provocó que la investigación derivara en sendos desplomes de más de 400 puntos el martes y miércoles de esta semana en la Bolsa de Tokio.

 

Sin embargo, el índice Nikkei cerró la jornada de este jueves con un fuerte repunte de 2,31 por ciento.

 

Las acciones de Livedoor se cotizan en el mercado secundario, Mothers, para nuevas empresas y según analistas, los efectos de escándalo se sentirán sobre todo entre las firmas de informática. (EFE)