Detención de líder de Livedoor vuelve a causar incertidumbre en Bolsa de Tokio
Takafumi Horie, conocido como "Horiemon" e ícono de los nuevos ejecutivos nipones, fue arrestado en medio de la investigación por el fraude financiero de la firma que lideraba.
La Fiscalía de Tokio materializó la detención de Takafumi Horie, presidente de Livedoor, la empresa de internet que es investigada por actividades financieras ilegales, con lo que nuevamente se abre una importante cuota de incertidumbre en la Bolsa de Tokio, tal como ocurrió la semana pasada.
El ejecutivo de 33 años, detestado por la vieja guardia empresarial nipona y adorado por los jóvenes emprendedores que veían en él al pionero de una nueva forma de hacer negocios, había acudido a prestar su declaración voluntariamente, sin que mediara una orden judicial.
Además de Horie, fueron detenidos otros tres ejecutivos de Livedoor, entre ellos el responsable de finanzas del grupo, Ryoji Miyauchi, de 38 años.
Horie y sus directivos fueron acusados de difundir información financiera falsa en torno a Livedoor, con la intención de confundir a los inversores, lo que les valió una indagación por presunta violación de la Ley de Intercambio de Valores.
La Fiscalía acusa a una filial de Livedoor, Livedoor Marketing, de difundir información corporativa falsa cuando adquirió hace un año la editorial MoneyLife y también de inflar sus resultados correspondientes a 2004.
Los fiscales sospechan que también fueron manipulados los libros de cuentas del propio grupo Livedoor en el año fiscal que concluyó en septiembre de 2004, para presentar la existencia de beneficios cuando en realidad la empresa estaba en números rojos.
Los datos recopilados apuntan a que Livedoor realizó transacciones ficticias para ocultar pérdidas de 1.000 millones de yenes (cerca de 8,3 millones de dólares) y mostrar beneficios anuales de 1.400 millones de yenes (alrededor de 11,6 millones de dólares).
Desde la segunda mitad de 2003 Livedoor se hizo con seis empresas, cinco de ellas a través del fraccionamiento de acciones, y después manipuló los precios de sus títulos, indicaron fuentes de la investigación al diario Asahi.
Los otros dos arrestados este lunes fueron el director de Livedoor, Fumito Okamoto, y el presidente de Livedor Finance, Osanari Nakamura, ambos de 38 años.
Horie fundó Livedoor en 1996 y pronto el grupo creció gracias a sus compras agresivas, a las fusiones con otras compañías y al fraccionamiento de sus acciones.
Su capital de fundación fue de seis millones de yenes (cerca de 50.000 dólares) y una década después, con 2.500 empleados y 44 filiales, su valor de mercado alcanzaba los 600.000 millones de yenes (más de 5.000 millones de dólares).
El escándalo en torno a Livedoor causó la semana pasada el caos en la Bolsa de Tokio, que registró caídas históricas en su índice Nikkei.
Los títulos de Livedoor se cotizan en el mercado secundario Mothers, pero la noticia de que su sede y la residencia de su presidente eran registradas provocó fuertes ventas y sendos desplomes de más de 400 puntos durante dos días consecutivos en el índice selectivo de los 225 principales valores.
Sin embargo, el mayor perjudicado en la bolsa por el escándalo es el propio grupo Livedoor, que ha perdido en una semana un 64 por ciento de su valor.
El desplome de los títulos de la empresa continuó este lunes: al cierre de los mercados, las acciones de Livedoor se cotizaban a 256 yenes, su cifra más baja desde su entrada en bolsa.
Al clima de desconfianza en los valores de Livedoor contribuyó el pasado fin de semana la decisión de las autoridades de la Bolsa de Tokio de ordenar sobre esta empresa y su filial Livedoor Marketing una vigilancia especial a sus transacciones.
Según la Bolsa de Tokio, Livedoor "sigue fallando" a la hora de proporcionar suficiente información que permita apartar las sospechas que pesan sobre la empresa, lo que podría derivar en nuevas crisis de confianza de los inversionistas y la repetición de los desplomes. (EFE)