Iglesia Anglicana pidió perdón por complicidad en la abolida trata de esclavos
A casi 200 años del aniversario del fin de la esclavitud en Reino Unido, el credo protestante realizó un mea culpa por "participación en el comercio de esclavos".
La Iglesia Anglicana pidió oficialmente perdón por su complicidad de varios siglos en la trata de esclavos, según un comunicado emitido la noche del miércoles 8 de febrero en Londres.
En la nota, su Sínodo General solicita excusas a la luz de lo que califica como su "participación en el comercio de esclavos".
Durante la cita el arzobispo de York, John Sentamu, de origen africano, recordó a los presentes que sus propios antepasados habían sufrido en carne propia la crueldad de este tipo de comercio.
La "confesión" de la Iglesia Anglicana llegó en las puertas del bicentenario de la abolición de la trata de esclavos en Reino Unido, legislación que fue aprobada en 1807.
Esa ley fue aprobada tras numerosas tentativas del abolicionista William Wilberforce, que era miembro de la Iglesia Anglicana, cuyo credo fue cómplice del comercio de esclavos africanos durante más de 300 años.
Como ejemplo imborrable para el mundo está una plantación en Barbados, actualmente convertida en un colegio de teología, que acogió en su día a cientos de esclavos que llevaban marcada en el pecho la palabra "Society", referida a la Sociedad para la Propagación del Evangelio en el Extranjero.
En 1760, el entonces arzobispo de Canterbury, Thomas Secker, escribió una carta en la que se lamentaba de la rápida disminución del número de esclavos en las plantaciones de la Iglesia Anglicana y pedía nuevos "suministros". (EFE)