Se desvanece la posibilidad de hallar sobrevivientes de derrumbe en mina de México
El ministro de Trabajo del país azteca señaló que en los túneles "el aire analizado no es respirable y no puede sustentar la vida", lo que aumentó la tensión en los familiares de las víctimas.
La posibilidad de encontrar sobrevivientes en la mina mexicana Pasta de Conchos se desvanece tras las últimas informaciones oficiales que indican que el aire es irrespirable en una de las galerías de esa explotación.
El ministro de Trabajo de México, Francisco Salazar, dijo la noche del jueves 23 de febrero que "el aire analizado no es respirable y no puede sustentar la vida" en una zona situada a unos 2.000 metros de distancia de la entrada principal, donde se presume que en el momento de la explosión podían estar de 18 a 26 obreros.
"Si esas personas estaban en ese lugar, efectivamente no habría vida en esas personas", opinó el ministro, que dirige las tareas de salvamento.
La desalentadora noticia aumentó la tensión entre los familiares de los 65 obreros atrapados desde el domingo 19 febrero, tras una explosión en el yacimiento carbonífero del estado de Coahuila, propiedad de la empresa Industrial Minera Mexicana.
Aunque el Ministerio de Trabajo, por medio de su portavoz, Pedro Camacho, aclaró que no se han encontrado pruebas de que los mineros estén muertos.
Las tareas de rescate se desarrollan lentamente y los avances logrados por las cuadrillas de obreros, que trabajan utilizando solamente sus manos y equipos de aire, han sido obstaculizados por "nuevos y grandes derrumbes", indicó el ministro.
Salazar explicó que se ha avanzado apenas tres metros en el cañón de la banda transportadora y 75 por el túnel de retorno de aire, cuando faltan todavía por explorar diez túneles diagonales, cada uno de 50 metros.
A ese lugar llegaron este viernes los socorristas y no encontraron restos o huellas del minero.
Por su parte, el gerente de la empresa Industrial Minera Mexicana, Rubén Escudero, dijo que las labores de rescate van despacio debido a la "cuidadosa remoción de escombros en busca del minero encargado de la banda transportadora".
Dado que se desconoce la calidad de aire en las demás áreas de la mina, Escudero informó de que se utilizarán cinco taladros para tomar nuevas muestras.
Las pruebas de aire reveladas fueron posibles gracias a la colaboración de once técnicos estadounidenses que se trasladaron a la mina con modernos aparatos.
El presidente de Industrial Minera Mexicana, Javier García de Quevedo, explicó a agencias de noticia internacionales, que los estadounidenses trajeron instrumentos para medir si hay elementos en combustión, cromatografía de gases (composición del aire) y geotecnia (estabilidad de estructuras).
El Ministerio del Trabajo informó que, una vez concluyan las labores de rescate y se determine que se puede acceder a las áreas del accidente, "se realizará una inspección extraordinaria de investigación".
En esta inspección participarán técnicos especialistas, expertos de la empresa y del sindicato, quienes determinarán las causas del siniestro.
Una vez efectuada la inspección técnica, agregó el ministerio, "se determinará si la mina cuenta con las condiciones de seguridad para seguir operando".
En ese lugar, cubierto por un alud de 60 toneladas de escombros, trabajan 75 personas buscando a un minero que se supone estaba en esa zona a las 08:30 GMT del domingo 19, momento en que ocurrió la explosión por acumulación de gas grisú. (EFE)