Violencia sectaria sumó otros 20 muertos en Irak
De acuerdo a las autoridades, cerca de 50 sujetos de confesión sunita atacaron una fábrica y una central energética al este de Bagdad donde asesinaron a una veintena de chiitas.
Medio centenar de insurgentes sunitas asesinó este viernes a una veintena de ciudadanos chiitas en un ataque contra una central energética y una fábrica de ladrillos en Dahrauan, a unos 20 kilómetros al este de Bagdad.
La acción fue calificado como "interrelegiosa" por un político local.
Varias fuentes policiales aseguraron que los autores de la masacre fueron medio centenar de hombres armados, probablemente pertenecientes a una rama de Al Qaeda, que entraron en la aldea entre las cinco y las seis de la mañana hora local.
Los asaltantes destruyeron primero la central energética y mataron a nueve personas antes de que les hicieran frente las fuerzas de seguridad iraquíes y estadounidenses. Posteriormente, entraron en una fábrica de ladrillos y asesinaron a varios de sus trabajadores.
Por su parte, Bagdad amaneció en un extraño clima de tranquilidad después de que las autoridades impusieron la prohibición de circulación de vehículos, en previsión de atentados con autosbomba frente a las mezquitas sunitas y chiitas.
Asimismo, se intensificó la presencia de tropas del ejército y agentes de la policía iraquíes en los puntos de control establecidos en los principales cruces de las avenidas.
La prohibición de la circulación de vehículos es parte de un conjunto de medidas adoptadas últimamente por las autoridades en un intento de frenar la violencia desatada el 22 de febrero tras el ataque que destruyó la cúpula de un importante santuario chiita de Samarra, al norte de Bagdad. (EFE)