Afgano arriesga pena de muerte por profesar el cristianismo

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Autor: Cooperativa.cl

El juicio a Abdul Rahmán abrió un debate entre conservadores y reformistas, y se teme que si el acusado es absuelto ello sea usado por extremistas para generar un sentimiento de rechazo hacia el gobierno de Hamid Karzai.

Abdul Rahmán, un afgano convertido al cristianismo, se enfrenta a un juicio por "rechazar el Islam", un delito penado con la pena de muerte en este país, dijo el juez encargado de dictar sentencia, Ansarulá Mawlawezada.

 

"No estamos contra ninguna otra religión, respetamos otras confesiones, pero bajo nuestras leyes islámicas el castigo para un musulmán que se convierte es la muerte", añadió Mawlawezada.

 

El juez indicó que el acusado "está siendo juzgado además por pegar a su hija mientras ésta recitaba el sagrado Corán y por reprender a sus padres por sus prácticas religiosas".

 

Rahmán fue detenido hace 25 días después de que su familia lo denunciase ante la policía y el pasado jueves afrontó la primera vista del juicio en Afganistán, una República Islámica.

 

"Rahmán confesó que se convirtió al cristianismo hace 16 años, cuando trabajaba como cooperante en una organización no gubernamental en Pakistán", dijo el juez, quien agregó que el acusado "también admitió que cree en la Biblia".

 

El tribunal dispone de dos meses para dictar sentencia, según establece la legislación, y hasta entonces se le dará tiempo al acusado para que "reconsidere su decisión".

 

"Fue musulmán durante 25 años y sólo se convirtió al cristianismo hace 16 años, por lo que esperamos que se arrepienta y obtenga así la libertad", afirmó el magistrado.

 

Un hombre violento

 

Rahmán, de 41 años, trabajó como asistente médico con las milicias "muyahidín" que lucharon contra la invasión soviética de Afganistán en los años 80 y, posteriormente, trabajó en Rusia y Alemania durante nueve años, declaró su padre, Abdul Manan.

 

Según Manan, cuando su hijo regresó en 2002 de Alemania, "se había convertido en un hombre completamente diferente".

 

"Pegaba a sus hijas de 13 y 14 años a menudo y sin razón y mostraba siempre falta de respeto hacia sus padres cuando practicábamos ritos religiosos", afirmó.

 

"Yo crié a sus dos hijas mientras él estaba en el exilio, pero cuando regresó me pidió su custodia, aunque las niñas no querían regresar con él", explicó.

 

Manan afirma que recurrió a la Policía cuando su hijo no le dejó otro remedio y dijo que él no le acusó de ser cristiano, sino que los agentes lo descubrieron mientras le interrogaban y luego encontraron una Biblia entre sus posesiones.

 

La práctica totalidad de los 28 millones de habitantes de Afganistán son musulmanes, mientras que el resto, alrededor del 1 por ciento de la población practica la fe hindú.

 

Esta es la primera vez que los tribunales afganos juzgan a una persona por haberse convertido a otra religión, un caso que las organizaciones defensoras de los derechos humanos están vigilando muy de cerca.

 

"Queremos que haya un juicio libre y justo en este caso", dijo el portavoz de la Comisión Independiente de Afganistán para los Derechos Humanos, Nader Naderi.

 

Naderi mostró su esperanza de que el tribunal que enjuicia a Rahmán le dé suficiente tiempo para que este reconsidere su decisión de convertirse.

 

Cuatro años después de la caída del régimen ultraintegrista islámico talibán en el país, el Gobierno afgano, que tiene en Estados Unidos un cercano aliado, trata de reconstruir Afganistán y de conseguir que en su territorio se practique un islamismo moderado.

 

Ahora el juicio a Rahmán abrió un debate en el país entre los musulmanes conservadores y los reformistas sobre cómo se deben aplicar los principios del Islám.

 

Analistas políticos afganos indican que, si el acusado es absuelto, este caso podría ser utilizado por los más extremistas para generar un sentimiento de rechazo social hacia el régimen que encabeza el presidente afgano, Hamid Karzai. (EFE)