China aseguró que donaciones de órganos de ejecutados son voluntarias
Pekín calificó como calumnias las versiones de algunos medios que señalaron que se forzó a familiares de reos muertos para autorizar la utilización de sus hígados o riñones en transplantes.
Pekín reconoció el uso en hospitales chinos de órganos de ejecutados para trasplantes, pero aseguró que se trata de un porcentaje "insignificante" del total y que en todos los casos se hace con el consentimiento del condenado o su familia.
"Algunos medios de comunicación informaron que se ha forzado a los condenados a muerte o a sus familiares, lo cual es una completa calumnia", aseguró en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, al comentar una nueva ley nacional que prohíbe la venta de órganos para trasplantes.
Qin añadió que el principio del sistema sanitario chino "establece que el donante debe dar voluntariamente sus órganos", y que el caso de los ejecutados no es una excepción.
La nueva ley sobre trasplantes, anunciada por el Ministerio de Sanidad chino, sale a la luz semanas después que fallecieran en Malasia y Japón pacientes que habían viajado a China para someterse a trasplantes de órganos, lo que aumentó las sospechas sobre el "negocio" de estas operaciones en el país asiático.
Por medio de la nueva ley (que es provisional, ya que se está elaborando una versión definitiva), la venta de órganos humanos estará prohibida en China a partir del 1 de julio.
Se calcula que al menos 2.000.000 de chinos al año necesitan un trasplante de órgano, pero sólo 20.000 se pueden efectuar, debido a la escasez de donantes.
China es en la actualidad el segundo país en número de trasplantes de órganos, con 2.600 casos de hígado y unos 6.000 casos de riñón en el 2004, por detrás sólo de EE.UU. (EFE)