Popularidad de Evo Morales alcanzó el 80 por ciento en marzo
Según un sondeo difundido por el diario La Razón, el respaldo al mandatario altiplánico se situó un punto por encima del que tenía en febrero.
El presidente boliviano, el socialista Evo Morales, goza de una popularidad del 80 por ciento, dos meses después de asumir el mando del país andino, según una encuesta de la empresa Apoyo, Opinión y Mercado de Bolivia, divulgada este domingo.
El sondeo, realizado en marzo y difundido por el diario La Razón, señala que el respaldo a Morales se sitúa un punto por encima del que tenía en febrero.
El mayor nivel de aceptación del mandatario indígena se produjo en las ciudades de La Paz y El Alto, en el occidente andino, donde obtuvo un apoyo del 82 y el 86 por ciento, respectivamente.
El respaldo a Morales es menor en la localidad central de Cochabamba, con un 77 por ciento, y la oriental de Santa Cruz, con 75 por ciento.
El vicepresidente boliviano, el sociólogo Alvaro García Linera, también tiene una gran imagen entre la población, que en 77 por ciento aprobó su trabajo, seis puntos más que el mes pasado.
Frente a esto, los ministros de Morales tienen mucha menos aceptación que el gobernante y su mano derecha, al punto de que ninguno superó la aprobación del 35 por ciento de los ciudadanos.
Ese es el porcentaje que obtienen la titular de Gobierno (Interior), Alicia Muñoz; el de Hacienda, Luis Arce, y el de Planificación del Desarrollo, Carlos Villegas; mientras que el de Presidencia, Juan Ramón Quintana, logró 34 por ciento, y la de Producción y Microempresas, Celinda Sosa, 30 por ciento.
Los encuestados aprobaron en 48 y 44 por ciento a los presidentes del Senado, Santos Ramírez, y de los Diputados, Edmundo Novillo, respectivamente.
El sondeo fue realizado del 13 al 25 de marzo entre 1.025 personas que viven en el denominado eje central, que une las ciudades de El Alto, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
En los últimos años, solamente Carlos Mesa (2003-2005) logró una aprobación superior al 80 por ciento como jefe de Estado, pero tuvo que dimitir antes de concluir su mandato por las presiones de la ciudadanía, especialmente de los movimientos sociales y sindicales, en demanda del cumplimiento de sus promesas. (EFE)