China negó existencia de campo de exterminio en su territorio
El supuesto recinto sería utilizado para el encierro de miembros de movimiento Falung Gong, prohibido en 1999 por el Gobierno chino, que considera un "culto maligno".
Las autoridades chinas calificaron como una "mentira absurda" la existencia de un campo de exterminio denunciada por el movimiento espiritual Falun Gong y pidieron a la comunidad internacional que reprenda este tipo de "calumnias".
"Esta mentira absurda es un vilipendio no sólo contra la imagen de Sujiacun sino de toda China", dijo en una rueda de prensa divulgada por la prensa estatal Zheng Bin, funcionario del gobierno de la localidad de Sujiacun, en la provincia nororiental de Liaoning y donde supuestamente está ubicado el campo.
Según denunció a principios de marzo el grupo, 6.000 de sus miembros están encerrados en un pequeño hospital de la localidad, y muchos fueron incinerados para vender sus órganos vitales.
La vicepresidenta del hospital, Zhang Yuqin, manifestó que el hospital, con sólo 300 camas, no tiene espacio para 6.000 personas y aseguró que todo es "una pura invención" y "una completa tontería".
Explicó que el centro está especializado en enfermedades coronarias, combina técnicas de la medicina occidental y china, y recibe cerca de 300.000 pacientes al año de China y de otros países como Corea del Sur, Estados Unidos, Rusia, Malasia y Filipinas.
"Nos reservaremos nuestro derecho a pedir responsabilidades legales por este comportamiento maligno del culto y de sus medios de comunicación", dijo Zhang.
Ya el pasado 28 de marzo el ministerio de Relaciones Exteriores chino calificó de "mentira y calumnia" la acusación, tras la resonancia que la noticia alcanzó en el extranjero.
En países como España o China los miembros de la organización han protagonizado huelgas de hambre y han presentado querellas en los tribunales por la persecución que sufren en el país asiático, con amenazas, torturas físicas y psíquicas y expropiación de bienes.
Falun Gong, prohibido en 1999 por el Gobierno chino, que lo considera un "culto maligno", cuenta con 80 millones de seguidores según sus propios cálculos. (EFE)