Trabajador chileno contaminado con material radioactivo se recupera en Francia
Expertos del hospital militar de Percy, señalaron que los resultados del injerto con células madres que se le realizó al trabajador de la Octava Región son "alentadores".
Los resultados preliminares del injerto de células madre efectuado a un paciente chileno que sufrió una quemadura por radiación en una mano son "muy alentadores", afirmó este miércoles un experto francés.
Miguel Angel Fuentes Oyarce (de 26 años), quien fue tratado y curado en Francia gracias a un injerto de células madre provenientes de su médula ósea, fue acogido con carácter de urgencia en diciembre de 2005 en el hospital militar de Percy, en Clamart, a las afueras de París.
"Los resultados son muy alentadores. Nos hace pensar que quizá el muro terapéutico es superable", afirmó el director del departamento de radioprotección en el Instituto de Radioprotección y Seguridad Nuclear (IRSN), Patrick Gourmelon.
El paciente chileno sufrió una irradiación accidental el 15 de diciembre último, luego de manipular una fuente radiactiva que se había desprendido de un equipo de gamagrafía en el Complejo Industrial Forestal Nueva Aldea (en la comuna de Ránquil, Octava Región) que la empresa Celulosa Arauco y Constitución (Celco) construye a orillas del río Itata.
La terapia celular innovadora a la que fue sometido y que fue presentada a finales de marzo por las autoridades militares como una primicia mundial, fue practicada por el laboratorio de investigación del centro de transfusión sanguínea del Ejército francés.
La intervención quirúrgica fue practicada hace dos meses, después que el equipo médico aislase células madre de la médula ósea del paciente y las transformase en células de epidermis en un cultivo de laboratorio.
El obrero chileno está en un proceso "de curación", señaló Gourmelon, quien recomendó "prudencia" ya que "aún no disponemos de los datos necesarios" para saber si esta operación "va a cambiar de verdad las posibilidades de tratamiento de las quemaduras radiológicas".
El tipo de lesiones que presentaba el paciente, que provocan dolores muy fuertes y accesos inflamatorios sucesivos, suelen conducir a la amputación del miembro afectado.
El pasado 15 de diciembre de 2005, los trabajadores Francisco Rojas Núñez, de 23 años; Miguel Fuentes Oyarce, de 26; Renato Inostroza Alarcón, de 34; y Juan Rojas Alvarado, de 35, sufrieron lesiones al tener contacto con un isótopo de iridio.
Miguel Angel Fuentes tomó un isótopo que se desprendió de la maquinaria y lo guardó en uno de los bolsillos traseros de su pantalón, lo que le provocó quemaduras graves, que obligaron a trasladarlo hasta el Hospital Militar de París, Francia, donde actualmente recibe tratamiento. (EFE)